Al inicio de los años 90's el terrorismo comunista en sus versiones maoísta y castrista atacaban al Perú sin aparente solución en el corto plazo, menos en el mediano y largo plazo.
Y digo aparentemente porque eso era lo que parecía; sin embargo las soluciones ya estaban planteadas y bloqueadas por sectores marxistas enquistada en el Congreso con la complicidad de "tontos útiles" que sostenían que había que combatir a este flagelo con "las armas de la democracia". Juntos con ellos diversas oeneges con pomposos nombres hacían su papel dizque "defendiendo los derechos humanos", por cierto no de los millones de peruanos sino de los asesinos terroristas.
Para quienes quieren ignorar, mentir o no recuerdan la historia, entre el 28 de julio de 1990 y el 5 de abril de 1992, el gobierno del Presidente Fujimori estaba encorsetado por leyes y un Sistema Judicial que impedían combatir el terrorismo.
Por cierto esto se destrabó con las medidas del 5 de abril de 1992 y las que se derivaron de ese acto histórico, imprescindible e ¿irrepetible?.
Hoy estamos en las mismas. Algunos interesados quieren culpar a la Policía del avance de la delincuencia en muchas de sus graves manifestaciones (extorsión, asesinatos vía sicarios, secuestros y otros) pero olvidan decir que no hay liderazgo ni respaldo político en el Ejecutivo presidido por una señora incapaz y un ministro ídem. Sin estas dos condiciones no será posible que la Policía avance y obtenga resultados que permitan derrotar a la delincuencia.
En medio de esa situación tenemos una serie de graves señalamientos de supuestos actos delictivos cometidos por la Presidente. Hay algunos sectores que ya piden su vacancia a casi un año de la Primera Vuelta de las Elecciones del 2026. ¿A quiénes le hacen el juego esos vacadores? ¿Quién asumirá? ¿Un cuestionado congresista que ocupa la Presidencia Congreso y constitucionalmente su sucesor?
Ante ello, ayer el partido Renovación Popular que lidera Rafael López Aliaga ha propuesto seis puntos que incluyen la salida del Ministro del Interior y del Comandante General de la Policía, la declaración del Estado de Excepción, la salida del Perú de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Reforma del Poder Judicial y del Ministerio Público y por cierto el total apoyo logístico a la Policía y en especial al trabajo de Inteligencia.
Fuerza popular también se ha pronunciado en similar línea, lo que importante su posición.
Es hora que los diversos sectores de la Sociedad salgan a apoyar estás medidas y exigir que la Presidente Boluarte "se ponga los pantalones" y enfrente a la delincuencia con rigor (mano dura e inflexible). Las cárceles deben dejar de ser puestos de mando de la delincuencia. Lo bueno se debe imitar, vale decir que las cárceles como las de El Salvador de Bukele deben ser lugares donde los delincuentes purguen sin miramientos sus delitos (celdas unipersonales, una hora de patio, visitas mensuales de un familiar directo y otros).
El Presidente Fujimori derrotó al terrorismo que pedía cupos (extorsionaba a cientos de peruanos), a los comandos de "aniquilamiento" (hoy sicarios), intervino las llamadas "cárceles del pueblo" donde se mantenía en situaciones ominosas a los secuestrados por el mrta, capturó a los cabecillas de Sendero luminoso y el mrta (pero no los condenó a muerte y años más tarde el poder caviar les redujo penas y los libero).
Es ahora o nunca. No podemos tener policías temerosos de apretar el gatillo de las armas que le dio la Nación porque hay fiscales y jueces que los acusan y condenan por ello.
Señora Presidente Boluarte, dé un golpe de timón de 180 grados; sino, VAYASE! pero no deje sucesor constitucional.
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