Lo sucedido hará dos días en el restaurante El Charrúa en el distrito de La Molina es una muestra más de la impunidad con que algunos actúan, quebrantando la ley con la aparente cobarde complicidad de quienes son los perseguidores de los que delinquen.
Un individuo no tuvo mejor respuesta a una supuesta agresión que subirse a su camioneta y atropellar todo lo que tuvo al frente, poniendo en riesgo la vida de personas y causando daños a la propiedad privada, restaurante de dónde había sido expulsados por su mal comportamiento.
Lo sucedido es una muestra de la enfermedad mental de algunos que creen que pueden hacer lo que les plazca so pretexto que "tienen dinero". Es cierto que esto sucede a menudo pero apelar a qué "pueden hacerlo" es una muestra más de no solo la enfermedad de esa persona sino lo mal que está la Sociedad, que acepta y apaña estas conductas delictivas.
A la fecha no se sabe finalmente qué ha hecho el Ministerio Público para acusar a ese individuo por intento de asesinato y por ende pedir su prisión preventiva, máxime por los antecedentes que tiene de infringir la ley. Esperemos que eso sea lo que haga la fiscalía y ello sea aceptado por el juez que vea la causa.
O es que acaso no pasará nada y el fallido homicida sea exculpado gracias a influencias y maniobras tal como sostiene un familiar de uno de los agraviados.
Si el agresor estuviera diciendo la verdad y hubiera sido agredido verbal o físicamente, ello no constituye razón alguna para su accionar para resarcirse o defenderse de alguna agresión.
Lo sucedido no puede quedar impune y menos cierto sector de la prensa puede ser cómplice de lo hecho por ese individuo. Esperemos que la ley y la justicia saquen de circulación a este sujeto y le apliquen la pena que se merece. Caso contrario, estaremos ante una nueva injusticia que sería un motivo más para que el Sistema de Justicia sea reformado de raíz
Basta ya!