lunes, 31 de diciembre de 2018

UN AÑO PARA LLORAR...EL 2019 SERA MEJOR?


Leí con suma atención el artículo que escribe el Maestro Sergio Tapia que publió en el diario La Razón http://larazon.pe/2018/12/28/la-politica-redimirla-para-que-sea-redentora/
Cómo siempre da cátedra con palabras escritas en lenguaje principista, claro y directo. Concuerdo que si bien hay que hacer cambios institucionales ello no es suficiente sin un “hombre nuevo”. Lo hemos visto en este Congreso que navega a la deriva. Sin principios, sin valores, con pocos integrantes que resaltar.
Lamentablemente para ser principista hay que ser poco menos que “un monje cartujo”. Aquellos que no lo sean y demuestren flaquezas serán rápidamente bloqueados y sometidos por las fuerzas oscuras de la sociedad. Ya lo hemos visto, no una sino muchas veces.

Es lamentable cómo las bancadas se han ido diluyendo so pretexto de “cuestiones de conciencia” y otros pretextos. Lo cierto es  que ha sucedido una de las  más bajas acciones que puede cometer un ser humano, traicionar a quién confió en él. Incluso a mitad del mandato, ya hay una conspicua jovencita que va por “su tercera camiseta” en estos 29 meses de mandato congresal.

Y no es que esto haya sido solo resultado de un proceso de descomposición. Lo repito por enésima vez. En junio del 2016, Julio Cótler (Revista Poder, junio 2016) y Alberto Vergara (“Muñeca Vieja”, El Comercio, 16 de junio del 2016) ya preveían los pasos que debería tomar el naciente gobierno ppkausista para destruir la bancada de Fuerza Popular y a quienes se opusieran. Fuimos testigos de ello luego. Lo vimos ya en su máxima expresión en los famosos “Mamani Videos”, donde se mostraba cómo eran compradas conciencias sin que hasta ahora nadie haya sido procesado por ello. Sin embargo vale decir que no todo fue “culpa” de negociantes de curules y favores. Alto precio ha pagado Fuerza Popular por no haber evaluado adecuadamente a quienes iban a representarla en el periodo 2016-2021.

No uno, son varios quienes tienen serios cuestionamientos, entre ellos el virtual tránsfuga que ocupa la Presidencia del Primer Poder del Estado, electo con votos de Fuerza Popular y que hoy es vocero del desgobierno, lo que hace con loco entusiasmo y poca vergüenza. El desprestigio del Congreso fue producto del accionar de ellos y de otros que desde otras bancadas (con diversos cuestionamientos) tienen el “penoso mérito” de haber convertido a esta importante institución en una cuestionada, claro está con el apoyo mediático de la prensa “amiga” de los protervos intereses que buscan terminar “la tarea” de destruir cualquier atisbo de fiscalización.

Este año ha sido para llorar. Varios congresistas que asomaban con perfil interesante se pasmaron. No tuvieron el fuelle necesario para afrontar los ataques.
Lastimosamente son pocos quienes se salvan. A nuestro entender por tercera vez la figura valiente y capaz de Rosa María Bartra se alza ya no como promesa sino como una confirmación de lo hecho en meses pasados. Tuvo la fuerza para llevar a cabo las investigaciones de la Comisión Lava Jato y mantuvo incólume algo que otros no fueron capaces de sostener; ser leal.
Otra de las congresistas que debo resaltar es Luz Salgado Rubianes que aún muestra la perseverancia y la ilusión de trabajar por los peruanos.
A ellos sumemos el trabajo en pro de los valores de Julio Rosas y Nelly Cuadros; el tesonero trabajo de Jorge Castro (fiel a sus ideas) y como también resalta Sergio Tapia, el un poco silencioso trabajo de Pedro Olaechea y también a pesar que no siempre coincidimos con sus planteamientos, el de los apristas Javier Velásquez y Mauricio Mulder.
Hay otros congresistas que podríamos destacar como Segundo Tapia, Karina Beteta, Liliana Takayama, Luis Galarreta, y Karla Schaefer, a quienes hemos visto trabajar con empeño. Hay quizás otros a los que hay que darle el beneficio de la duda pero que a mi entender no alcanza ello para que suban al podio.

Algunos cuestionarán lo que sostengo pero no puedo citar a quienes pretenden imponer una agenda aberrante que destruiría a nuestra sociedad y menos aquellos que hablan en el Pleno algo y votan en contra luego o se “abstienen”. Tampoco puedo destacar a quienes siendo congresistas le han hecho el juego a los intentos chavistas de destruir la Democracia y menos aquellos que usan los vericuetos de la Democracia para petardearla desde dentro (y por supuesto percibiendo un apreciable sueldo).

Llega el 2019 y no trae muchas esperanzas pero creo en la “Mano Divina” que obrará en favor de nuestro amado Perú. Creo en aquellos aún dignos y justos que obran con valentía y fidelidad.
Un abrazo a todos los que me leen y aun a los que discrepan con altura. A ellos que creen en un Dios Poderoso les deseo un bendecido 2019. El Perú no es un burdel ni menos somos un “Estado Fallido”. Luchemos para que el Perú sea grande¡

FELIZ 2019¡