Mientras charlaba con mi amigo Manuel Ruiz Huidobro ayer viernes surgió la frase "hay cosas que por conocidas, no se dicen; y que por no decirlas, se olvidan". Una frase que tiene mucho de verdad y cae a pelo justo en mi intención de recordar a un grande de la política, don Héctor Cornejo Chávez. Recuerdo que no puedo desligar de la Democracia Cristiana y de Manuel, el discípulo predilecto de Cornejo.
La Democracia Cristiana (DC) nace al influjo de movimientos estudiantiles católicos en Arequipa y Lima; como movimiento en 1955, y se consolidó como partido político en 1956 alzando las banderas del pensamiento social del cristianismo.
De ese grupo joven destacaron Héctor Cornejo Chávez, Luis Bedoya Reyes, Mario Polar Ugarteche, Ernesto Alayza Grundy, Mario Alzamora Váldez, Ismael Bielich Flores, Roberto Ramírez del Villar, Luis Rey de Castro, José Barreda Moller, Jorge Bolaños Ramírez, Alfonso Cobián y Machiavello; y, pocos años después, se incorporó Rafael Cubas Vinatea.
Elegido diputado por Arequipa con la más alta votación en 1956, Cornejo Chávez fue el más brillante parlamentario y polemista imbatible, y era elogiado por los diario El Comercio y La Prensa.
Candidato presidencial en las elecciones de 1962, tuvo grandes manifestaciones, pero muy pocos votos por la campaña en su contra de los dos grandes diarios: El Comercio, para evitar el triunfo de Haya de la Torre por su odio al Apra, decía que apoyar a Cornejo era un voto desperdiciado, y que había que votar por Belaunde; y La Prensa, que no le perdonaba no haber apoyado en 1959 a Pedro Beltrán como premier, realizó una inmisericorde campaña de mentiras y calumnias.
Elegido senador en 1963, los periodistas pronosticaron las mejores polémicas de la historia parlamentaria entre él y Luis Alberto Sánchez, pero estas nunca se produjeron, porque Sánchez siempre las eludió, para cuidar su prestigio, y el Apra enviaba al sacrificio a Carlos Enrique Melgar; y contrató al talentoso, pero venal, humorista Sofocleto para que escribiera la historia del parlamento. Sofocleto nunca la escribió, pero sí cobró. El objetivo era que atacara a Cornejo Chávez, lo cual hizo con vil ensañamiento.
Tras diez años de vigencia, la DC se rompió en 1966 y de esa escisión nace el Partido Popular Cristianó. Razones de índole ideológico (la DC optaba por una "tercera vía") y la imposibilidad de Bedoya de arrebatarle el liderazgo a Cornejo, produjeron esta ruptura.
Un sector de la juventud DC, liderada por el padre de la Teología de la Liberación, el sacerdote Gustavo Gutiérrez, se va de la DC y formó el Movimiento Socialista Comunitario, cuando Cornejo había pedido la expulsión de Rafael Roncagliolo de tendencia marxista.
Cornejo diría entonces: "siempre fuimos pocos, pero fuimos nosotros mismos".
La DC critica inicialmente el golpe de Velasco Alvarado; pero, luego, cuando el Gobierno Revolucionario aplica varias propuestas democristianas, las apoya. La DC había propuesto la nacionalización de la refinería de Talara y de los campos petroleros de la Brea y Pariña, la reforma agraria, la reforma de la empresa (copropiedad, cogestión y participación de las utilidades, como planteó la Encíclica Quadragesimo Anno de Pío XI), entre otras.
En 1978 fue elegido miembro de la Asamblea Constituyente. Haya de la Torre dijo que “Cornejo Chávez y David Lloyd George eran los dos mejores parlamentarios del mundo en el siglo XX”, y a su bancada constituyente les ordenó: “Escuchen a Cornejo, y aprendan”.
Cornejo Chávez fue un brillante intelectual, escritor, gran abogado, mejor polemista y sobre todo un hombre honesto; cualidad escasa en la política de hoy. Él prometió en 1961: Manos limpias de dinero mal habido, y manos limpias de sangre de peruano”, y… ¡fue fiel a su promesa!
Y quien mejor que nadie que Manuel Ruiz Huidobro para resaltar la figura de Héctor Cornejo Chávez en un sentido homenaje en el Congreso de la República el 8 de mayo del 2001. Ese día Ruiz Huidobro señaló brillantemente a Cornejo como "un cristiano radical", que supo interpretar la realidad inspirándose en la filosofía social del Cristianismo, en la concepción cristiana del hombre, la sociedad y el mundo; basado en el Evangelio, la Patrística, la Escolástica, las encíclicas papales, los escritos de filósofos cristianos y otros documentos. Cornejo propuso una Sociedad Comunitaria como alternativa del capitalismo liberal y el socialismo marxista.
Cornejo antepuso su auténtica propuesta al poder pues como dice Ruiz Huidobro, " se tomó en serio el hecho de ser cristiano", y fue el baluarte de la Iglesia en defensa de la familia y de la vida.
Hoy la DC intenta revivir de la mano de mi amigo Carlos Gallardo Neyra, hijo de un dirigente sindical democristiano, y un grupo de jóvenes.
Entre tanto mi amigo Manuel Ruiz Huidobro sigue vigente. Un gran amigo, un hombre lúcido y valiente, honesto y principista con quien comparto su mesa, tertulias, nuestra preocupación por un Perú mejor y nuestra afición por el fútbol y el hinchaje por el más grande del fútbol peruano, Universitario de Deportes.
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