Escuchamos a algunos periodistas y comunicadores referirse a la crisis del fútbol peruano y para ellos todos son culpables menos ellos, pero el trabajo de la gran mayoría de ellos es deficiente.
Cualquiera hoy abre su canal de Youtube o usa las redes sociales sin contar con los requisitos mínimos para opinar e informar.
Se confunde o no se conoce el significado de la objetividad, independencia y conocimientos y no nos estamos refiriendo solo a imberbes jovencitos sino incluso a gente con cierto recorrido que prefiere la chacota, la malacrianza, la discusión altisonante y estéril.
No es que estemos a rajatabla contra el humor y cierto relajo pero no podemos confundir ello con la huachafería, por decir lo menos.
Recordemos sino a los diarios La Tercera y Última Hora, de estilos relajados pero con contenidos de calidad. Ya ni qué decir de Ovación de Pocho y su equipo y de Pregón Deportivo de Óscar Artacho y también su equipo. En la televisión, cuánto extrañamos a Humberto Martínez Morosini, a Eduardo San Román y a Rulito Pinasco, por citar tres grandes
Ayer en la transmisión del partido. PSG vs Madrid en América TV realmente fue una vergüenza ver a "un periodista" con saco, zapatillas y sin medias. Qué diferencia con la elegancia de Pocho y todo su equipo cuando transmitían Gigante Deportivo.
Qué decir de productores que dejan en ridículo a su Director como cuando el de Campeonisimo sostenía que "Chelsea había competido en el Mundial de Clubes entrando por la ventana", cuando lo ha hecho en su calidad de Campeón de la Champions 2020-2021. ¿Eso no lo sabía el señor Navarro, a quien su propio padre llamaba "baboso"?
Y si esto sucede con periodistas, ni qué decir de los llamados "creadores de contenido" que creen que la historia empieza en el 2000 o tienen el atrevimiento de difundir falsedades a propósito o no aprovechando muchas veces de la ignorancia de su audiencia. Ellos deberían estar obligados a educar e informar a ello. Cuánto valor cobra lo dicho alguna vez por Haya de la Torre (" si no sabes, aprende y si sabes, enseña").
Cuánta falta hace gente que cumpla eso que sostenía Haya. La prensa no puede ser caja de resonancia de chismes y fakes así como tampoco pasadas de franela por algunas prebendas (a las que algunos llaman "mermelada").
En la llamada Era de Conocimiento es necesario que se difunda éste. Hay tantas formas de no solo repetir información existente sino procesarla, darle valor agregado y generar opinión.
Ojalá que las futuras generaciones, dudo mucho que los que hoy existen puedan o quieran cambiar, den un salto hacia adelante, de calidad y con ello contribuyan a cambiar (para bien) no solo el fútbol sino la Sociedad, tan venidos a menos.
Finalmente, recalcamos que hay una minoría de buenos periodistas y comunicadores deportivos; ojalá que ellos sean "los justos" que salven la profesión, recordando a Don Luis Miró Quesada de la Guerra.
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