En estos últimos días dos mediáticos personajes han sufrido sendos accidentes, uno de mayor gravedad que el otro. Ambos manejaban un vehículo llamado scooter.
Ello nos llama la atención y se hace necesario que se investigue las circunstancias de los accidentes. No siempre ellos son producidos por la imprudencia de los pilotos de autos sino también por gente que maneja desaforadamente y sin ningún cuidado vehículos como el scooter, bicicletas, motocicletas lineales y por cierto por peatones que no respetan los semáforos o cruzan las calzadas por cualquier lugar y no por cruceros peatonales o respetando la luz de los semáforos.
Las reglas son para todos y hay que cumplirlas. Hay normas que obligan a los ciclistas a usar cascos, chalecos fosforecentes y dotar a las bicicletas de luces para tránsito nocturno pero muchas veces los ciclistas no cumplen con ello. Así mismo vemos a menudo a los ciclistas invadir las veredas a toda velocidad o en sentido contrario al tránsito.
Peor aún es el caso de los motociclistas, muchos de ellos trabajan haciendo "delivery" y transitan a toda velocidad entre los autos sin respetar las luces de los semáforos; ocasionando accidentes
Es hora que el control del cumplimiento de las normas por parte de quienes manejan vehículos menores y bicicletas, así como de peatones sean supervisados, quizás no por la Policía sino sea atribución del Serenazgo, presente en todo Lima.
Para ello se debe contemplar sanciones drásticas (pero graduales) a los infractores. Cómo bien dice el dicho, "la letra con sangre entra". Solo así vamos a parar a descuidados o permanentes infractores. Con ello evitaremos accidentes muchas veces mortales o con graves consecuencias.
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