Mucha gente asocia la Navidad con regalos, comilonas, borracheras y hasta baile. Olvidan sin embargo que la Navidad es una celebración cristiana que recuerda la llegada de Dios hecho Hombre y nacido en una Familia compuesta por un hombre y una mujer, San José y la Virgen María.
Dicho esto, la Navidad es una celebración de la Fe, de la Vida y la Familia. No permitamos entonces que aberrantes y aborteros nos la expropien. No permitamos que quienes fomentan y financian la destrucción de la Familia, la muerte de seres humanos que aún no nacen y la adoración del "becerro de oro" nos digan "Feliz Navidad".
Dios eligió un hogar pobre para nacer, por tanto acordémonos de los que sufren estrecheces, enfermedad y pena. Por supuesto no solo el 24 de diciembre.
Que la felicidad sea una expresión verdadera de una tranquilidad espiritual compartida en familia y nuestros amigos, que la cena y el brindis sean un compartir responsable y genuino y que lo que prime sea la Fe.
Me despido hasta el 26 de diciembre, esperando seguir compartiendo con ustedes mis notas. Este 31 cumplo un año de escribir en este blog.
Feliz Navidad de todo corazón a mis hermanos en Dios que me siguen día a día!
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