miércoles, 26 de marzo de 2025

LO QUE MAL EMPIEZA.....




Ayer tras la derrota de la selección peruana de visita ante la venezolana se consumó otra eliminación más, parte de una sarta de fracasos que hemos sido testigos en estos años.

Como dice el dicho, "lo que mal empieza, mal acaba". Lo contrario es una de las excepciones raras que nos depara el fútbol y en este proceso clasificatorio, un ejemplo de ello ha sido la campaña del seleccionado de Paraguay.

La campaña de nuestra selección empezó como un drama y terminó, faltando cuatro fechas, como un sainete, siendo "la fresa del pastel" el berrinche (uno de los muchos de su carrera) de un jugador que nunca debió ser parte de este proceso y que "gracias" a la incapacidad de un entrenador termina siendo hasta "capitán", obsesionado por ser el "recordman" en los anales del fútbol en peruano.

¿A quién le echó la culpa Guerrero ayer cuando reclamaba por el arbitraje? En la calentura producto de un mal resultado se puede decir que la derrota se debió a fallas arbitrales (un penal en contra y un gol a favor anulado), pero lo cierto es que el partido de ayer lo perdimos hace meses debido a una pésima planificación, pésimos resultados producto de tres cuerpos técnicos en 14 partidos.

Lo de ayer era previsible desde que se anunció la alineación. ¿Quién determinó que así fuera? ¿Un entrenador sin mérito alguno para ser tal en una selección o un "capitán" que impuso a sus compañeros de fracaso?

Increíble que el entrenador no haya considerado  en la lista al único que podría "armar juego" (Piero Quispe) y haya mandado al campo a jugadores que no están en nivel para representarnos.

El fracaso es evidente y el responsable no es un árbitro de antecedentes cuestionables, por más que nos haya afectado en algo. Los responsables son las cabezas de la Federación que convocaron a entrenadores a los que cierta prensa les impuso jugadores como a un casi ex jugador (Cueva), indisciplinados como Carrillo  ("me gusta la noche y no tengo por qué no salir") o alguien como el llamado "capitán del futuro" (sic) que nunca debió ser convocado tras el impase de la Copa América.

Diez puntos de 42 posibles (24 %) y tan solo 6 goles anotados en 14 partidos son las estadísticas de un fracaso irrefutable.

¿Lo de ayer pudo ser diferente? Creo que sí . Una selección venezolana que no puso en peligro nuestro arco, pese a una floja actuación del arquero Gallese (algo excepcional por lo que viene desempeñándose) y que terminó "pidiendo tiempo y sin piernas".

Como en cada proceso habrá quienes den recetas para clasificar a un próximo mundial en el 2030  al que quizás clasifiquen 8 de diez selecciones sudamericanas. Esta vez más difícil era equivocarse en "la tabla  del 1" que ser eliminados y encima el clasificado a jugar el Play Off  lo hará contra Nueva Caledonia, un chiste más de la FIFA tanto o más que la "clasificación" del Salzburgo para jugar el primer Mundial de Clubes de Fútbol a llevarse a cabo entre junio y julio de este año.

Volvemos a nuestra realidad como fueron las eliminaciones para los mundiales de 1962 y 1966. Que lejos quedan las clasificaciones a los mundiales de 1970, 1978 y 1982, con un bache en 1974 producto de uno de los tantos bluffs de nuestro futbol.
Lo que vino luego fue una serie de fracasos tras el empate en el Monumental de River en 1985 que nos obligó a jugar un Play Off que marcó el inicio de casi tres décadas de fracasos.
Muchos dirán que le debemos la clasificación al Mundial de Rusia 2018 a varios a los que hoy señalamos como responsables del fracaso de este proceso.  Cierto, pero el fútbol es de "presentes". 7 años después ni Advíncula, Carrillo, Tapia, Aquino, Trauco y menos Guerrero debieron estar ayer en Maturín y por supuesto Lozano al frente de la Federación y menos Ibañez en el banco como entrenador.
 
Hay todavía algunos que sostienen que "matemáticamente" aún podemos pelear el puesto de "repechaje" y llamarán a llenar el estadio cuando juguemos en junio. Lo cierto que nadie debería ir y que estos peloteros jueguen solos como  castigo de una sufrida afición.

Bye Mundial 2026!

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