No es necesario un día, creado por quiénes no buscan una verdadera reivindicación e igualdad de oportunidades, para celebrar a las mujeres.
Nacimos de una mujer, virtuosa, trabajadora y abnegada, que no necesitó de cuotas o beneficios para salir adelante con su familia.
Es cierto que ha habido inequidades y circunstancias a lo largo de la historia que no permitieron que las mujeres pudieran competir con las mismas oportunidades pero pese a ello ha habido muchos ejemplos que demuestran que es posible competir a los mujeres en las diferentes áreas de la sociedad.
Sin embargo hay una serie de agendas que so pretexto de promover supuestos derechos, buscan destruir a la familia, célula básica de la Sociedad o fomentar "el derecho de las mujeres de disponer su cuerpo" y con el ello el asesinato de Seres Humanos Concebidos y con plenos derechos propios.
A lo largo de estos últimos 30 años en el Perú se han gastado ingentes recursos dizque en defender los derechos de las mujeres y en la práctica no hay mayores resultados sino para los bolsillos de una burocracia enquistada en el llamado Ministerio de la Mujer y los de decenas de oeneges vinculadas al "tema mujer".
Cuánto se hubiera avanzado si en verdad los recursos hubieran promovido la vida, la familia y los valores. Miles de comedores populares administrados por valerosas mujeres o abnegados sacerdotes y monjas han hecho muchísimo más que gente que se dice "progresista" y que en verdad no ha traído ningún progreso sino en muchos casos, odio y muerte.
Es cierto y necesario que las mujeres sigan en el camino de obtener logros sin perder su esencia, vale decir feminidad, a imagen de la Virgen María.
Valga la oportunidad para saludar a las mujeres emprendedoras, que buscan desarrollarse y en especial a "mi Batería del Tíbet Bueno": So, Lu, Chemita e Irinita.
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