lunes, 3 de febrero de 2020

EDUCACION CIVICA Y OTROS


El día de ayer el periodista Beto Ortiz hizo una preocupante denuncia, la cual tiene que ver con  las relaciones poco transparentes entre la prensa y algunos funcionarios públicos. ¿Qué dirán al respecto los éticos y transparentes, tan afectos a pontificar contra la falta de transparencia y la corrupción?

Recuerdo que este economista, hoy periodista, siempre criticó la falta de transparencia en cuanto a los posibles conflictos de interés que surgían en el ejercicio de la labor congresal y en general de los funcionarios públicos.?¿ Será necesario que haga alguna autocrítica?

En esa misma línea, hoy el Director del Portal La Abeja Luciano Revoredo, portal en donde escribo y de cuyo director soy amigo, hace una valiente crítica a lo que el populorum ha bautizado como "la mermelada". Mermelada que nos cuesta a todos los peruanos y de la que son beneficiarios unos pocos suertudos que no dudan en prestar su pluma y su voz para alabar el poder de turno.

¿Cuántos niños anémicos podrían dejar de ser si no se malgastara el presupuesto público? Pregunta que debe ser respondida y sobre todo priorizar el gasto. Hay millones de peruanos que urgen mejor atención en los hospitales, mejor educación, más seguridad, verdadera justicia y tantas cosas que son necesarias.

Pero para que la ciudadanía sea en verdad tal, lo que la empodera para alzar su voz contra un estado incapaz, dispensioso y quizás corrupto, es necesario educarlo desde sus  bases o sea desde el hogar y la escuela, en la cual debe impartirse de nuevo e  imperativamente el curso de Educación Cívica. ¿Cuánto daño ha hecho su eliminación en el currículo escolar? Este se refleja sin duda alguna en una población anómica, sin sentido de pertenencia y menos dada a cumplir la ley y sus deberes.

Estamos a tiempo aún. Si hay corrupción no es solo porque hay corruptos sino corruptores. Cambiemos el chip!

Gráfico: Revista Li

1 comentario:

  1. La educación es el pilar fundamental para forjar una ciudadanía que no sólo exija derechos,sino que asuma también su obligación y compromiso de cumplir con los deberes que le demanda su condición de ciudadano respetuoso de las leyes, de las normas y de sus conciudadanos.
    Donde termina mi derecho, se inicia el del otro.
    Cuando mejoremos con educación a los ciudadanos del Perú, tendremos mejores compatriotas y por ende, mejores personas, mejores congresistas, mejores policías, mejores maestros, mejores presidentes.

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