viernes, 7 de febrero de 2020

LA LEY Y EL ORDEN


Así se llama una serie policial y en la bandera brasileña hay un lema, Orden y Progreso.

Uno no puede desligarse del otro concepto.
Solo el Orden (cumplimiento de la Ley) trae consigo el Progreso. Del caos y de la anomia no puede derivarse ningún estado de prosperidad y menos la existencia de una sociedad justa.

Cuando vemos a una carretilla vender peras en plena avenida Abancay no es sino reflejo de un Estado que ha abdicado de sus responsabilidades. Es cierto que ese ambulante necesita trabajar pero no a costa de obstruir el tráfico y menos dejar hecho un muladar el espacio que ocupó. No a costa del derecho de otros que requieren trasladarse rápidamente o transitar por un sitio limpio y seguro.

Sin embargo para quienes no creen posible que los derechos de unos puedan respetar el de otros, déjen decirles que esto sí es posible incluso en casos innimaginables. Recuerdo que en la plaza principal de la ciudad alemana de Freiburg funcionaba un mercado de productos de 8 a 2, hora que acababa todo y el sitio en pocos minutos quedaba como si nada hubiera pasado.

De igual forma en países civilizados es impensable que alguien reclame el "derecho a divertirse" a costa de no dejar dormir a sus vecinos.

El cumplimiento de las leyes y normas aseguran una convivencia armoniosa. Velar que ello ocurra es el papel de un Estado, sus Instituciones y quienes la dirijan gracias al voto ciudadano o de una forma delegada.

Anteayer nos enteramos del reclamo de la corrupta Odebrecht ante CIADI por más de 4000 millones de soles. ¿Cumplieron con la ley quienes debieron velar por su cumplimiento? Al parecer no. ¿Hay orden? No creemos. ¿Habrá desarrollo? Mientras tengamos que "premiar" a quienes robaron miles de millones de dólares, no creemos que estén disponibles recursos para cumplir con las legítimas demandas de los peruanos. Sin Ley ni Orden estamos condenados a ser un chiste y no una República.



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