lunes, 24 de febrero de 2020

¿PRECIOS JUSTOS?


Toda crítica es respetable pero una cosa es ello y otra que tenga un sustento válido y por ende atendible.
Esto viene a colación de una observación hecha por un lector de una cuenta de  Facebook de un restaurante al cual concurro con frecuencia. La referida crítica iba respecto a los precios que cobran en el referido lugar, los que a criterio del mencionado son muy caros.

Hay una relación que siempre está presente en la cabeza del consumidor y es el grado de satisfacción versus el precio pagado. Cuanto mayor a 1 sea más será el interés en repetir la experiencia. Entiéndase que la satisfacción está en relación a la calidad de los platos servidos, en el caso de este restaurantes, así como la cantidad, la atención, el lugar y otros. Poder llegar a ello cuesta, como bien entendemos. Y esto tiene que ver con el equilibrio entre ingresos, costos, gastos y un margen de utilidad deseada entendiéndose que actuamos en un mercado donde hay competencia y no existen distorsiones como barreras de entrada al mercado, subsidios, cuotas y fijación de precios topes. Felizmente que existe una oferta de calidad con diferentes niveles de precio a donde podemos ir.

Como estamos en un mundo libre donde podemos consumir lo que queremos y podemos, es de entender que todo lo queremos no podremos hacer. Qué existan lugares donde el ticket promedio sea 300 soles por persona, que no es el caso al que refiero, no quiere decir que deba ser más barato o ser objeto de críticas en las redes sociales. Muchos que suscriben esas críticas nunca han ido a uno de esos restaurantes y se suman a los reclamones por solo alimentar su sueño (pesadilla) de un mundo donde todos seamos iguales (comunismo).

Sin embargo, por ahora, es solo un deseo de un grupo minoritario. Cabe, no obstante, decir que todos aspiramos a un mundo más justo, con oportunidades y donde no exista hambre y miseria pero también que exista libertad. Los modelos castrochavistas del Foro de Sao Paulo no conducen  a combatir la pobreza sino todo lo contrario. Ejemplos que ya conocemos.

Finalmente,  no hay precios "justos o injustos" sino adecuádamente fijados, que permiten competir, ser eficientes  y exitosos y por tanto viables en el tiempo como espero que sea el emprendimiento de mis amigos Néstor y José.

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