viernes, 14 de febrero de 2020

EL PERDON


El día de ayer apareció en redes sociales y en la prensa una foto del Papa con el corrupto Lula. No es la primera vez que Francisco aparece con gente como el brasileño. La corrupta Cristina Fernández, el narcolíder Morales, ha avalado al castrismo y al chavismo asesinos y corruptos. Ya lo han hecho antes. Criticamos con firmeza no la labor pastoral de la Cabeza de la Iglesia Católica sino la actividad política de Francisco que la hace abiértamente apoyando a gente indeseable, tal como la manifestada.
Es cierto que la Iglesia Católica y sus Pastores deben estar al lado de los pecadores y buscar su arrepentimiento y por ende su salvación. Habrá el Juicio Final y aún para el más abyecto pecador hay la oportunidad de arrepentimiento sincero y la Vida Eterna.
Pero lean bien. SINCERO. No para quienes buscan utilizar a las personas e instituciones para ganar réditos como es el caso de Lula, quien es una de las cabezas del Foro de Sao Paulo, brazo político e impulsor de la corrupción que ha emputecido a nuestro país y lo ha cubierto de un manto hediondo de estiércol.

El Perdón Divino es una cosa, otro es el Juicio Terrenal. Los delitos y crímenes se pagan. Para ello hay Leyes y Justicia, que lamentablemente no existe en nuestro país. Es un remedo. Qué mejor ejemplo que la "pinchijusticia" y la prisión preventiva de Keiko Fujimori y la libertad de cientos de corruptos, disfrazados de empresarios, intelectuales, políticos, periodistas, académicos y hasta artistas.

En la justicia terrena el arrepentimiento y colaboración con la justicia conllevan menores penas e incluso acciones que hacen que no existan penas de cárcel efectivas. Pero la justicia se debe cumplir y los corruptos y corruptores deben pagarla, aunque pareciera que ello no ocurrirá en el Perú. Y si vemos un caso extremo, los terroristas Guzmán y Polay podrían confesar sus pecados y arrepentirse pero no por ello deberán salir libres.

Hoy vivimos una crisis de alcances impredecibles. No se sabe ya quiénes son los que combaten la corrupción pero de lo que no queda duda es el por qué del golpe que rompió el Orden Constitucional.
No coincido en varias oportunidades con Phillip Butters pero sí lo hago plenamente cuando este comunicador social dice que las presiones de la corrupta Odebrechet se asemejan al de quien pretende coimear a un policía cuando es sorprendido sin brevete o SOAT. Odebrechet intenta sacar todo el dinero que pueda y el Perú expoliado por los corruptos terminará debiendo a las empresas brasileñas.
Sobre los corruptos no debe haber perdón terreno. No hay duda que Dios en su infinita Voluntad  puede darles Su Perdón pero de ninguna manera la Sociedad puede perdonarlos.

PS Hoy saludo a mis lectores y amigos que me brindan su leal amistad y me honran con ella.

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