viernes, 13 de marzo de 2020
¿COLAPSARA EL MUNDO?
China es sin duda uno de los motores del mundo y lo que pase con esta nación tiene importantes implicancias no solo en la economía mundial sino en todo orden de cosas.
La actual pandemia que azota al mundo se inició en China y su origen es aún poco cierto. Desde ahí empezó el contagio a otras naciones y nosotros no podíamos estar ajenos a ello. Desgraciádamente no nos preparamos a tiempo y hoy el miedo se abate en la población y las consecuencias ya se ven.
El pueblo peruano siempre ha sido un pueblo solidario pero ciertas acciones nos hacen sospechar que ha empezado a dejar de serlo. Una muestra de ello es por ejemplo el acaparamiento de productos como el alcohol en gel o jabones desinfectantes líquidos. "Primero soy yo y el resto no me importa" pareciera ser lo que impera en una sociedad cada vez más egoísta y por ende menos solidaria.
Sin embargo aún hay respuestas que nos hacen ser optimistas como la de cientos de personas cuando fueron a donar sangre tras el accidente en Villa El Salvador
El otro día, de casualidad, revisé unos diarios de 1978 y ahí se hablaba sobre las profesías de San Malaquias respecto a la llegada del "fin de los tiempos". No entraré en detalles respecto a ello pero algo avizora que pareciera que fuera así. El avance de una agenda aberrante y una serie de hechos preocupan (calentamiento global, enfermedades, plagas, guerras y otros) , más lo que pueda pasar depende de la voluntad de Dios. Por nuestra parte hay que vivir el día como si fuera el último, vale decir estar listos para comparecer ante Dios. Así lo decía San Juan Bosco hace más de un siglo.
Entre tanto hay que hacer caso a un antiguo adagio. "A Dios rogando y con el mazo dando". No querramos que Dios haga lo que nos toca hacer a nosotros.
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Son tiempos de Dios. Está escrito.
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