miércoles, 18 de marzo de 2020

VIENTO DE CAMBIO


Así se llamaba una canción de Scorpions de 1990. Era la época posterior a la caída del Muro de Berlín y la Cortina de Hierro.

Se pensaba que vendrían años de paz y prosperidad. Han pasado 30 años y en plena pandemia vemos que la Humanidad no hizo bien su tarea. Sea cual sea la causa de esta enfermedad que abate al mundo, esperamos que los hombres saquen fuerzas de flaqueza y la solidaridad, y el amor por el prójimo se imponga.

Pero para que esto se dé no podemos triunfar sin la ayuda divina. La ciencia deberá hacer su parte pero sin Dios nada será posible.

El Mundo se levantará y espero que esta vez hayamos aprendido la lección o sea busquemos construir un mundo mejor.

Espero volver a abrazar a mi familia, a mi Batería y a  mis amigos. Estamos recién en el tercer día de aislamiento y queda mucho por hacer. Lástima que nuestros gobernantes ni la jerarquía de la Iglesia Católica en el Perú no apelen a Dios para fortalecer nuestro espíritu. Espero que surjan líderes de opinión que si lo hagan y sean ellos los que levanten a nuestra Patria después del día siguiente de la victoria sobre el coronavirus.

Hoy un amigo me dio una lección. El es dueño de un restaurante que ha tenido que cerrar pero no se ha olvidado de sus responsabilidades con su gente. Le dije que lo diera a conocer como algunos otros, pero me contestó que lo que se hace de corazón no tiene que publicitarse. Los que tienen que saberlo lo sabrán. Gran gesto.

Dios es vida y compasión. Nos ha puesto a prueba muy a pesar de ateos que le reclaman por qué permite el mal. A esos recordarles que el mal lo hemos cometido los hombres con nuestro egoísmo, con nuestra adoración a fetiches y con la priorización de cosas sin valor. Hoy en plena crisis mundial nos convencemos que el único camino es apostar por un mundo con valores y de Fe.

Recemos para que Dios se apiade de nosotros y nos dé una nueva oportunidad para hacer el bien y salvarnos.




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