Circula en redes sociales videos de delfines y aves que habrían reaparecido en el mar y cielo limeños gracias a la disminución de la contaminación ambiental. Qué bueno que así fuera pero ¿los seres humanos tenemos la misma sensibilidad para ver a Dios en el prójimo que tiene hambre o sufre las consecuencias de la peste?
Es cierto que en momentos extremos sacamos lo mejor de nosotros y es cierto. Miles de peruanos trabajan más allá del cumplimiento del deber y entregan incluso su vida por el prójimo; como hay quienes no son generosos ni empáticos. Que Messi y compañía renuncien al 70% a su sueldo no llama al aplauso mebos que no ha sidonalgo que nació de su voluntadby más bien debemos preguntarnos cuánto han donado de su fortuna personal para paliar necesidades de miles de peruanos aquellos que alguna vez nos pidieron su voto o gente que se llenan la bocas de "justicia social" o gente como Mario Vargas o Paolo Guerrero. Quizás nunca lo sabremos porque muchos hacen el bien sin hacerlo público pero bastantes hacen de oidos sordos al llamado de la generosidad.
Ayer una amistad me comentaba que estaba aburrida "encerrada". Muchos no tienen las facilidades de ella (gracias a su trabajo) por lo que ya por eso tiene que dar gracias a Dios y a la Vida. Este "encierro" sin embargo da oportunidades como reconstruir relaciones, mejorar la vida en familia, dialogar con los suyos, volver a ser humanos plenos.
Estamos ad portas de la Semana Santa, ojalá que esta adversidad nos hagan vivirla como se debe. Hagamos penitencia y ofrezcamosla como sacrificio que ayude a salir de esta emergencia mundial por la cual han muerto miles y otros muchos más pelean por su vida.
Este 5 de abril es Domingo de Ramos fecha en que recordamos la entrada de Jesús a Jerusalen. Abramos nuestros corazones para entre y se quede y viva en ellos.
PS San Juan Bosco hace más de 100 años dijo una gran verdad. Nadie es tan rico como para no necesitar nada, ni tan pobre para brindar algo a alguien.
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