La orden de aislamiento entre las 05.00 y 20.00 horas y de toque de queda en el resto del día no es exagerada. Por supuesto que hay excepciones de gente que tiene que movilizarse como es el caso de profesionales vinculados a la salud, seguridad y diversas actividades productivas y de servicios imprescindibles. Sin embargo enerva la irresponsabilidad de quienes no respetan la prohibición de libre tránsito por el simple hecho de quebrantar la norma o por razones tan estúpidas como beber bebidas alcohólicas, jugar fútbol o ir a un gimnasio.
Hay ya decenas de detenidos por no respetar una norma entendible y necesaria, su irrespeto tiene que ver con la informalidad que vivimos, a la anomia y a una cultura "chicha" alabada por algunos científicos sociales pero que lo único que representa es la incapacidad de una sociedad para vivir respetando la ley, asumir que tenemos deberes y que del cumplimiento de éstos se derivan nuestros derechos.
El 70% de nuestra economía es informal con todo lo que ello representa. Algunos dicen que ello representa un colchón de supervivencia pero en el corto o quizás mediano plazo pero que es el origen de nuestros males y la razón de la inviabilidad de nuestra sociedad si seguimos en ese camino.
Más allá de otras consideraciones o evaluación de lo que se esté haciendo hoy, no tengo duda que habrá un mañana mejor. Aquellos que creen que solo la ciencia o los hombres podrán encontrar la luz al final del túnel, se equivocan. Nada podrá ser posible sin apelar a la Ayuda Divina. Es lamentable que el Presidente y otros altos funcionarios sigan en su actitud soberbia de no rezar siquiera en representación de un pueblo creyente como es el peruano.
Cuidado con ello, sino acuérdense de Sodoma y Gomorra. Dios nos da el libre albedrío pero tarde o temprano nos pedirá cuentas sobre nuestra vida.
PS Solidaridad con el Capitán EP Cueva Calle
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