lunes, 30 de marzo de 2020
¿LA MODA NO INCOMODA?
En los años sesenta a la par de la onda hippie, las protestas estudiantiles y una serie de reinvindicaciones surgió la minifalda causando escándalo. Esa era la intención. Eran los años del Rock'n Roll, de las protestas "pacifistas" (¿promovidas por quién?) y su ícomo Woodstock.
A la par algunos como Harrison, Lennon y otros buscaron "el camino" en un falso misticismo. Eran los años de "paz, música y amor" y por cierto de drogas y libertinaje.
En los 70s vivimos la "moda" (léase perversión) del consumo de alucinógenos, marihuana y luego otras drogas a la par de una corriente musical permisiva y promotora de ello. Recuerden "Lucy in the Sky with Diamonds", "Cocaine" y otras canciones. A ello siguió en los 80s la onda "Disco" madre del libertinaje y del Sida.
Aquí quiero hacer una atingencia. A mi me gusta esa música (la melodía, muchas letras no) y por tanto la escuché y escucho pero no caí en el submundo de las drogas y perdición, algo que bastantes no pueden decir.
La moda a finales de los 70s e inicios de los 80s estuvo influenciada por "Fiebre de Sábado por la Noche". Pantalones palazo, zapatos con tacos y plataforma Empezaba el amaneramiento y la ofensiva aberrante que también se reflejó en el mundo porno. Studio54 fue un "templo" de ello. Poco tiempo después morían Hudson, Mercury, Holmes y millones más que cayeron abatidos como consecuencia de "su vida".
Luego seguiría la onda "New Wave", la Rasta y la promoción de la marihuana.
Hoy el panorama no dista mucho. Antes los marginales usaban tatuajes, hoy muchos como reflejo de "referentes artísticos, deportivos y otros" que cubren gran parte de su cuerpo con tatuajes. Así como ello, también pircings y deformadores de orejas y otras partes del cuerpo que dejó de ser un templo para convertirse en un instrumento de la agenda aberrante.
El uso de drogas sintéticas y su correlato en la músico electrónica se ha difundido sin freno. Ya ni qué decir del uso de la cocaína, marihuana, anfetaminas y pastillas de todo tipo.
Los jóvenes de hoy, como los de ayer, tienen referentes en figuras mediáticas que propugnan la muerte y aberraciones. Una cerca, la comunista radical chilena Laferte.
La agenda aberrante y de muerte hoy promueve el aborto y la "despenalizaciión" del consumo "recreativo" de las drogas bajo el manto primero de la legalización de su uso "medicinal". Realmente lo que se busca es destruir el mundo, algo que amenaza a la par el coronavirus.
Al terminar la noche de la peste, ¿saldremos con la convicción que todo ello debe cambiar y por ende construir un mundo mejor? Esperemos que sí, sino pronto llegará el fin. No lo dudo
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