El fútbol es pasión de multitudes y también reflejo de lo que vive el mundo.
La meritocracia ha dejado de ser el principal factor que premia el accionar de la humanidad, que hoy está sujeta a los dictados de una burocracia incapaz de hacer torneos racionales, en los que el campeón sea el mejor.
Ejemplos de ello hay muchos. Citaré algunos a lo largo y ancho del mundo.
Empezaré por el llamado "mundial de clubes" que se jugará en el mes de julio del próximo año bajo el abrasador calor estadounidense. Estarán presentes equipos sin pasado y también sin presente como el Salzburg o el Fluminense. El primero nunca llegó a instancias finales de algún torneo UEFA en los últimos años y el segundo pelea la baja en Brasil. Ni qué decir de un invitado a punta de dedo como el Inter de Miami; mientras tanto grandes equipos con pasado y presente estarán ausentes como el Liverpool, Arsenal, Milán y Barcelona.
"Así es el reglamento" dicen algunos, olvidando decir, "un estúpido reglamento"; mientras otros festejan "lo inclusivo" que resulta este torneo. "Viva la igualdad", gritan eufóricos aquellos acostumbrados a los bonos, subsidios y mendrugos.
Otro torneo que es una muestra de lo bajo que ha caído el mundo es el el argentino, en el que hay un torneo donde el mejor no es precisamente el campeón ("gracias" a los Play Off) y otro en el que se premia ser últimos (no hay baja). Ya ni qué decir de su Torneo de Segunda, en el que el mejor a lo largo de la etapa "todos contra todos" no llega a subir a Primera por un intrincado calendario.
Ya ni qué decir de los torneos "apertura y clausura" en 8 de los 10 ligas CONMEBOL (con excepción de Brasil y Chile) en el que el octavo en las etapas previas puede ser campeón nacional o como será en Perú en el 2025, cuando el sexto podría terminar "campeón" gracias a bases hechas por incapaces.
El fútbol ha terminado convertido en un "show business" en el que "se exprime" a los jugadores para pagar auspicios y derechos exorbitantes y por cierto fabulosos sueldos. Los jugadores top que juegan en la Premier League, por ejemplo, terminan jugando más de 60 partidos al año, exponiéndose a lesiones graves que incluso pueden terminar en retiros prematuros. Estos jugadores a lo largo de la temporada juegan la propia Premier League, copas como la FA. y la Copa de Liga, un partido extra por la Community Shield; además de Clasificatorias al Mundial, una intonsa Liga de Naciones, Eurocopa, a partir de este año el Mundial de Clubes además de uno de los tres torneos UEFA (Champions, Europa o Conference Leagues) y la Supercopa Europea.
Bueno, los que mueven el fútbol dirán , "¿de dónde saldría el cuero para hacer tantas correas?". Y es cierto, lamentablemente. Un jugador top e incluso de mediana calidad (menores de 25 años) hoy ganan millones y su pase cuesta decenas de millones de euros.
Veamos qué sucederá en el corto y mediano plazo. Es hora de calendarios más racionales y torneos que sean competencias donde participen los mejores equipos y el campeón sea el mejor de todos y no uno surgido de la casualidad o de las excepciones que confirman la regla.
Que no nos vendan "humo ni gato por liebre" y el que diga que "no" que vea el partido Auckland contra Salzburg. Para tontos, algunos.
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