En julio de 1974 el Septenato, en los estertores de su vigencia, expropió los diarios de circulación nacional dizque para dárselos a las llamada organizaciones sociales, representantes de los campesinos, comunidades industriales, jóvenes y otros.
Fiel al espíritu socialistoide, el gobierno militar era incapaz que crear riqueza; todo lo contrario quitaba a unos para "repartirla" entre "todos".
A ello se le llamaba "justicia social" o sea "distribuir la riqueza para que no haya pobres", lo que algún afiebrado asesor del dictador Velasco acuñó el 24 de junio de 1969 en una recordada frase ("campesino, el patrón ya no comerá de tu pobreza") con ocasión de la llamada reforma agraria, otra fracasada expropiación.
No podemos de reconocer cómo los ideólogos del comunismo -a lo largo de la historia" han expropiado no solo bienes materiales sino conceptos e ideas, desvirtuando su esencia. No olvidemos que la Alemania Comunista se hacía llamar "república democrática" o cómo el concepto de los derechos han sido transformados al gusto de los promotores de agendas de muerte y aberraciones ("el derecho de disponer de sus cuerpos").
Hoy leía un artículo en un diario local sobre "la pérdida del afán democratizador en la plataforma X", simplemente por permitir que nos expresemos aquellos que estamos en contra de las mencionadas agendas. Para algunos, los derechos solo funcionan para ciertas minorías, las que no tienen deberes que cumplir y cuyos "derechos" se imponen sobre los de las mayorías.
Seamos claros, en un mundo civilizado las mayorías mandan, algo que parece que las minorías olvidan y otros pretenden que "todos seamos iguales"', un sinsentido alimentado por la paulatina degradación de la meritocracia, algo que se refleja hasta en situaciones sin poca importancia como las competencias futbolísticas, en las que los campeones no terminan siendo los mejores y los peores son "premiados" al no existir "la pérdida de categoría"; lo que para algunos representa "ser inclusivos"
Pronto en el mundo empezará a "llover hacia arriba".
Cuando 'intervinieron' (FF.AA) la ex hacienda Huando fui testigo presencial del abuso a que fueron sometidos los legítimos dueños.
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