Ha pasado ya una semana desde que el Tribunal Constitucional fallara a favor de la libertad del General EP Juan Rivero Lazo y esta sentencia no se cumple por la incapacidad de algunos y la evidente negativa de quienes forman parte de un sector insignificante pero mediático e influyente.
Cada segundo que Rivero Lazo permanece en injusta carcelería es una afrenta no solo contra el citado militar sino contra los miles que combatieron al terrorismo en los veinte años que duró el accionar de estos enemigos del Perú.
Es increíble que esto siga sucediendo y que haya sido un exceso de carcelería lo que haya determinado la sentencia del Tribunal Constitucional cuando hace tiempo la Sociedad debió salir en defensa de militares y policías que fueron perseguidos, juzgados y encarcelados en base a mentiras, medio verdades e historietas contadas y publicadas en un infame informe.
Los héroes fueron transformados en "viles asesinos" y los malditos terroristas fueron señalados como "luchadores sociales que participaron en un conflicto armado interno".
Cuando no se pudo seguir sustentando falsedades, apareció una tipificación vergonzosa como "la autoría mediata", un cajón de sastre que sirvió para condenar a cualquiera que hubiera osado combatir al terrorismo.
El General EP Juan Rivero Lazo es uno de los tantos ejemplos de injusticia. Estuvo más de diez años encarcelado sin sentencia y meses adicionales a la propia condena que le fue aplicada por crímenes que nunca cometió.
Cada segundo que aún permanece Rivero Lazo en la cárcel es una afrenta a la humanidad y un ejemplo de cómo una burocracia insensible e incapaz nos sigue agrediendo. Solo este hecho haría que el jefe del INPE y el Ministro de Justicia y "derechos humanos" sean destituidos en el acto y procesados no solo administrativa sino penalmente.
El General EP Juan Rivero Lazo debe ser arrancado de su celda y puesto en libertad en el acto por una Sociedad que no ha cumplido con indignarse por esta injusticia y en la que algunos se preocupan por "su salud mental" y son capaces de permitir está ignominia.
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