Las canciones muchas veces se basan en la realidad y en situaciones que han ocurrido, ocurren y ocurrirán. Es el caso de Decisiones, canción que canta Ruben Blades.
Este 26 de enero, el Perú decidirá o seguir el camino chavista y aberrante o buscamos reconstruir el Perú con Valores.
Algunos ganan, otros pierden. No hay lonche gratis. Las decisiones se toman a tiempo, o sino los efectos no serán los deseados y terminarán todos perdiendo.
Decidir toma un tiempo y es deseable que se cuente con información suficiente que permita finalmente optar por la mejor alternativa.
Ya sabemos quiénes son los que buscan destruir el Perú, con anfo, con drogas, con agendas aberrantes, con corrupción. No permitamos que la prensa basura nos lave las conciencias, nos venda mentiras y borre nuestra memoria.
Claro está que una manera de decidir es "no hacerlo". O sea quedarnos en la situación actual no importando que la alternativa sea mejor, más deseable o nos conduzca a lo que quisiéramos. ¿Queremos seguir viviendo en Perú sometido a un golpismo de baja intensidad que cada día se endurece con la venia de los mercantilistas, los liberales y los otrora valientes (usando mandiles rosados) que hoy se arrodillan ante los comunistas?
¿Qué nos hace actuar proactivamente? Primero, quererlo hacerlo con una dosis de audacia y valentía, timing para hacerlo en el momento adecuado y una constante búsqueda de información a fin de contarla y con ella decidir.
Seamos conscientes de que nuestras decisiones no serán "win-win" como ciertas teorías intentan hacernos creer. El tema pasa para que la factura no necesariamente terminemosla pagando en su mayor parte. El Perú no puede pagar la factura del desastre.
Decidir es también tema de experiencia. De jóvenes optamos y nos equivocamos. Ya mayores y con experiencia deberiamos optar mejor, aunque no sea siempre así. Ya vivimos el desastre ochentero y las consecuencias del terrorismo. No volvamos a apostar por ello y menos ponernos de costado frente al peligro que significa el castrochavismo, aún embozado.
Pensemos en ello y veamos qué hacer. A la vuelta de la esquina, quizás, nos espera algo mejor. Votemos por candidatos que fomentan la Fe, la Vida, la Familia, los Valores, la Libertad y defienden la Patria. Votemos por quienes buscan CONSERVAR Y PROMOVER ello, votemos por CANDIDATOS CONSERVADORES de lo bueno.
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