¿Somos felices o vivimos momentos felices? A diario sorteamos penas pero nos alegramos también.
Cuánto lamentamos la ida de una persona querida o la partida de alguien. No verlas en forma definitiva o por un tiempo largo es algo que procesamos dificilmente.
Suele pasar que no valoramos los momentos de la vida diaria que nos alegran la vida y magnificamos los problemas o penas.
Es posible que a lo largo de nuestra vida tengamos que hacer evaluaciones parciales de ella; es por ello que debemos estar siempre atentos a sacar lo mejor de. nosotros para que esas evaluaciones tengan un saldo positivo y que los baches sean solo ello.
Aquellos que creen que la vida es un lecho de rosas, se equivocan. Desde niños debemos afrontar frustaciones, derrotas y penas a a fin de templar nuestro carácter resilencia.
Frente a las penas tener esperanza que todo podemos cambiar y que las dificultades se superan con trabajo, algo de audacia y mucha fe en nosotros mismos. Y que las alegrías que vivimos sean el bálsamo frente a los malos ratos.
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