viernes, 3 de enero de 2020

COSTA VERDE


Llegamos al verano y Lima vuelve a quemar. Es la única capital de Sudamérica que tiene el mar a lado, un privilegio que no es aprovechado como se debería.

Recuerdo que hace 45 años había un servicio de buses que nos llevaba desde Pueblo Libre hasta Pescadores, entonces una playa más limpia, con carpas y sombrillas que eran alquiladas a módicos precios.
Era la época de los aún "chorrillos" y una Costa Verde que no había sido invadida por el tráfico y sus acantilados no lucían los edificios que hoy están en peligro, pues algunos de ellos han sido construídos casi al filo de los mismos. ¿Con autorización de quiénes y a cambio de qué?

Hoy en día existen voluminosos estudios que "plantean qué hacer" con la Costa Verde pero no hay quién haga realidad esos planes, que terminarán en algún desván.

El gran problema es qué todo pareciera mal y ni bien alguien propone algo novedoso, grupos "ecologistas o de contreras" salen a protestar.
Así fue con el Boulevard, el Club Naútico y otras obras. Claro está que no avalamos abusos pero tampoco estupideces como fue la "erradicación" del legendario restaurante Costa Verde.

A todo lo dicho, se suma la paralización de la continuación de la Costa Verde hasta el Callao, obra signada por la corrupción, y las"obras" del gobierno municipal corrupto de Susana Villarán cuyos restos son un monumento a la incapacidad y corrupción. Sin embargo, los "indignados" no dicen nada.

Este último fin de año un acceso peatonal colapsó por una muchedumbre que no pudo movilizarse ni de ida ni de vuelta. ¿Hasta cuándo el alcalde Muñoz seguirá en modo "intrascendente"? Por si acaso, Muñoz es un alcalde acciopopulista que cuenta todo el apoyo del gobierno golpista, pero que lamentablemente ambos son "cero cero" o sea "avanzan como el cangrejo" o sea "para atrás".

¿Aprenderemos a elegir alguna vez?

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