viernes, 24 de enero de 2020

MI AMIGO ABSALON


Conocí al Ingeniero Absalón Vásquez Villanueva en el año 2000 cuando compartimos los días en el Congreso, él como congresista y yo como asesor del Doctor Pablo Macera, también entonces congresista y recientemente fallecido.

Ellos compartían escaños casi contiguos y también posiciones políticas muy cercanas como parte de la bancada fujimorista.

Ambos se guardaban común aprecio y respeto. Vásquez apoyó decididamente la campaña  de Macera, gran intelectual pero que desconocía los intringulis de las campañas electorales.

El Ingeniero Vásquez tenía experiencia no solo política sino académica y en el campo mismo como ingeniero agrícola. No por nada fue Viceministro y Ministro del sector, por cierto exitoso.  Como experto en el tema de agua trabajó con el Presidente Fujimori siempre con ahínco y en favor sobre todo de los pobres. El sabe bien lo que significa la pobreza pues nació en un hogar con muchas limitaciones pero donde siempre hubo valores y amor.

Trás su paso por la política siempre quedó el académico y con esfuerzo y dedicación obtuvo el Doctorado. Vásquez deja también un legado en los cientos de alumnos que tuvo en la Universidad Agraria. El mismo fue un brillante alumno, refieren quienes conocen sus pasos por la Universidad Agraria.

Dejé de verle un tiempo y el dolor por la muerte del Maestro Macera fue el motivo del reencuentro con el amigo, gracias al contacto de un amigo en común, Gustavo Ibarra Imata.

Absalón Vásquez  es un hombre sencillo, amigo de sus amigos, dialogante  incluso con sus adversarios políticos y sobre todo un buen padre de familia.

Compartí también horas difíciles donde supo sacar fuerzas de flaqueza. Tuvo incluso el fuelle para aconsejarme algunas veces en los domingos que lo visité. En aquella época, consolidé una muy buena amistad con el finado y buen hombre Luchito Iparraguirre Cueva compañero leal de injusto infortunio de Absalón.

Sirvan estas líneas como un sincero y fraterno homenaje al Ingeniero Absalón Vásquez Villanueva. Mi amigo Absalón.

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