Cada cierto tiempo surge en el mundo un virus, una peste o similar que provocan un estado de alerta. Ahora es el coronavirus, un extraña enfermedad nacida aparentemente en China por lo que la OMS ha declarado "alerta mundial".
Cortesía de ada cierto tiempo los laboratorios se frotan las manos. Una enfermedad es motivo de negocio. Desde los 80s sabemos de la existencia del SIDA, que se convirtió en el terror de quienes tenían una vida disipada y aberrante. Con el tiempo surgieron una serie de retrovirales que hicieron posible encontrar una aparente solución. Miles enfermos no murieron y siguieron con "su vida".
Pero "la aparente tranquilidad" ha vuelto a convertirse en miedo. Nuevos y mediáticos enfermos han empezado a morir.
Se ha invertido millones en buscar un remedio definitivo contra el SIDA pero al parecer han fracasado, lamentablemente. Olvidan que "la vacuna" para prevenir esta enfermedad es una vida sin excesos. Una vida con valores. Los contagios accidentales son una dolorosa minoría.
Desde la Edad Media ha existido pestes mortales como la Peste Negra. Ellas originaron nuevos remedios pero surgieron otras más mortales. Hoy muchos sufren dolencias y enfermedades (presión alta, obesidad, diabetes y una innumerable variedad de cáncer) producto de una forma de vida. ¿Qué hacer? Cambiar de firma de vida por una más sana.
Hoy en día, el hambre en el mundo también amenaza no solo a los actuales pobladores sino al futuro con la anemia infantil. En el Perú, la incapacidad y la corrupción son los grandes cómplices de esto.
¿Estaremos llegando al Fin de los Tiempos? Qué Dios nos proteja. Hagamos nuestra parte!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario