Hace unos días escribimos sobre la importancia de contar con estadísticas oficiales fiables y por tanto que reflejen la realidad. Contar con ellas no es una exigencia de forma sino de fondo ya que con ellas se puede planificar, elaborar políticas públicas y gobernar.
Hará unos 5 años hice un estudio en la hermosa región de Puno y a raíz de ello me percaté de dos situaciones. Una reflejaba erróneamente el panorama turístico de la región pues mostraba que la Isla de Taquile era el destino turístico más visitado de la región. La otra indicaba que las Islas Flotantes de los Uros en el Lago Titicaca tenían severos problemas de salubridad por no contar con servicios de agua y saneamiento.
Por cierto, en el primer caso no era así. Una mala toma de datos en el puerto lacustre de Puno distorsionaba las estadísticas oficiales. Los turistas que van a las islas de Taquile o Amantani siempre van primero a las Islas de los Uros y pocos son los que van solamente a ambos destinos. El encargado de llevar las estadísticas no consideraba ello y por ende las visitas a los Uros no se reflejaban adecuádamente. Casi no existían, siendo el principal destino.
En cuanto a lo segundo, por constatación propia puedo decir que la gran mayoría de supuestos habitantes de las Islas Flotantes viven en tierra firme en la zona denominada Uros Chuyuni y que las islas son tan solo un lugar de "trabajo" aunque es cierto con los problemas de saneamiento y con el consiguiente daño ambiental al lago Titicaca.
Tengo entendido que el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento puso en marcha un proyecto para dotar de agua y saneamiento básico a las islas que en un apreciable número existen en la bahía cercana a Puno.
En lo referente a las estadísticas "oficiales", consigné en mi informe esta anomalía y se lo hice saber personalmente a la viceministra de Turismo de entonces. Por cierto, no pasó nada. A la fecha seguimos con el mismo problema, hasta donde tengo conocimiento.
El gran problema que afrontamos es que no tenemos una burocracia proactiva sino reactiva y que muchas veces tiene gran aversión al cambio y menos hace las cosas que se requieren para avanzar. Y no es que no haya habido recursos sino poca dedicación y sentido común.
Desgraciádamente Puno no ha tenido autoridades eficientes que hayan planificado el desarrollo del sector turismo. Grandes atractivos como Chucuito, Anapia, Lampa, Tinajani en la Cordillera de Carabaya, Huancané, Moho y otros atractivos aún siguen en el olvido pese a que con su difusión podría haber dado a la región importantes flujos de turistas y por cierto ingresos a todos los involucrados con el sector turismo.
Ojalá que pasada esta emergencia sanitaria y vuelto a operar el sector se trabaje en lo dicho. Y por cierto espero regresar pronto a esa hermosa tierra y disfrutar del Lago Titicaca y su rica quinua, el cancacho de Ayaviri alojarme en un piso alto del Hotel Qalasaya para ver el amanecer en el lago y compartir la hospitalidad de la gente de Taquile y Amantani.
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