sábado, 6 de junio de 2020

LA HORA DE LAS COMPRAS


Compro desde muy niño cuando acompañaba a mi madre al Mercado San José de Jesús María. Ir donde mis caseros era toda un aventura para mi. Ofelia, Lala, Costa, Elba, Pedro, Elena, Demetrio, Manuel y otros. Hoy lamentablemente ninguno ya tiene sus puestos y el mercado ha dejado de ser lo que era. Hoy tiene más restaurantes que puestos de abarrotes, verduras, carnes o frutas. Cuando faltaba algo iba solo a las tiendas del barrio en donde ya se empezaba a tener productos frescos ante la demanda del público.
Ya de joven iba solo, siempre con una lista que preparaba mi madre. Antes se compraba casi diario, además por un tema del peso pues éramos 5 en casa y tenía que trasladarme a pie 10 cuadras (ida y vuelta).
Ya cuando me mudé, empecé a ir al Mercado de Magdalena pero a raíz del covid dejé de ir por los problemas de orden que presenta este mercado tan querido.

Me refieriré ahora a la famosa lista pues con ello compraba lo qué necesitaba y evitaba comprar demás o salirme del presupuesto
Pero, ¿cómo se armaba la lista? Haciendo primero el menú y viendo que había en la refrigeradora y en la alacena. Así de simple. Igual, si  compramos para la semana debemos hacer el menú para este lapso y con ello evitaremos compras innecesarias.

Hoy en día los supermercados nos facilitan las compras. Son más espaciosos, ordenados y por qué no decirlo, más limpios que los tradicionales mercados; pero también algo más caros en cuanto a verduras, frutas, pescados y mariscos pero nos ofrecen más variedades en cuanto a abarrotes, carnes y cortes de pollo. Sin embargo corremos el riesgo siempre de comprar cosas fuera de la lista, con el consiguiente gasto extra. Un nuevo producto o la misma marca con otra presentación o las consabidas "ofertas" del 3x2 o 2x1 nos pueden hacer caer en la tentación. Si hay el dinero, no hay problema pero si no sobra, si puede ser problema.

Al momento de comprar recuerde que  debe envolver en porciones (pollo, carnes) de tal manera que a la hora de guardar en la refrigeradora se facilita la tarea.
Otro de los tips es hacer un recorrido, a fin de ganar tiempo pues con él evitamos dar demasiadas vueltas.

En cuanto a las verduras y frutas comprar asegurándose que no estén muy maduras pues corremos el riesgo de botar si se malogra, desperdiciando recursos tan escasos en estos días.

Escuchaba a alguien decir que los hombres no sabemos comprar y nadie se queja de prejuicio discriminatorio. Sin embargo es cierto que hay quienes efectivamente no distinguen entre el perejil y el culantos o entre plátanos de isla y de seda.

Recuerde también un antiguo adagio. "Lo barato, sale caro". Compre marcas conocidas. A veces compramos una marca barata y desconocida y resulta un fiasco. Recuerde también que todo tiene su precio y que hay una relación calidad/precio que no podemos dejar de tener presente. Pasa con el arroz, menestras, azúcar, conservas y otros.

El supermercado hoy es un lugar donde encontramos de todo pero ya hay markets por nuestras casas que nos ofrecen de todo y a precios competitivos, incluso con delivery incluído.

Felizmente hay para todos los gastos y billeteras. Aquí en Magdalena tenemos desde los más baratos como Mass, pasando por Plaza Vea, Candy, Metro y Vivanda. Para los hinchas de Wong, el más cercano está en Plaza, San Miguel o en San Isidro.

Ya lo saben entonces, primero el menú, luego la lista, la compra y al regresar el almacenaje. Harta chamba. Muchos recién valorarán el trabajo de las amas de casa tradicionales o el personal de servicio.

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