viernes, 19 de junio de 2020
71%
71% es el porcentaje de los fondos del plan Reactiva Perú destinados a la gran empresa según análisis de Ojo Público. Es cierto que cuanto más grande eres, más capital de trabajo requieres pero también es cierto que la capacidad de estas empresas para acceder al financiamiento bancario o al mercado de capitales es mayor que la de una empresa micro, pequeña o mediana quienes realmente necesitan esos recursos y a quienes debió haber financiado ese Fondo prioritariamente.
Ojo Público también pone al descubierto diversas cosas "raras" que han sucedido como los préstamos a cuestionadas (e investigadas) empresas y los recursos a los que han accedido empresas periodísticas más "amigas" del gobierno que de la objetividad e independencia.
Veo con mucha pena cómo empresas levantadas con mucho esfuerzo hoy ven amenazadas su continuidad. Miles de empleos peligran o ya se ha perdido mientras incapaces prometen como si recién empezaran a gobernar. Incluso escuché decir al Presidente, a raíz del anuncio de las obras que promete hacer para reconstruir el Norte tras casi 40 meses, que "recién iba a gobernar en serio y con orden".
Entre las miles de empresas en peligro se me viene en mente el restaurante de mis amigos Néstor y José que aún no accede al apoyo de Reactiva Perú. A propósito de los restaurantes leí un artículo de Rolando Arellano en el Decano quien dice que una de las cosas que quiere hacer ni bien pueda es ir a sus restaurantes preferidos pero con una mirada "más exigente", vale decir reclamar máxima higiene (sobre todo en la cocina), excelente atención y platos preparados con ingredientes que se ofrecen en la carta. Así mismo porciones que no simulen "jugar a la comidita" y precios razonables sea si pide menú o a la carta. Y si es cuestión de pedir por delivery, le encantaría un lomo realmente saltado.
Parece, a todas luces, que Arellano no fue al restaurante, de mis amigos, Mezzanine (San Martín 484, Magdalena) porque podría haber dicho que al primer restaurante que quisiera ir es al citado que cumplía con todos los pedidos de Arellano sin haber tenido que haber pasado el covid.
Lo que concuerdo con Arellano es su llamado a apoyar, si se puede, a los restaurantes pues la gastronomía es un sector que absorve mucha mano de obra y es parte de un círculo virtuoso que ha puesto en valor nuestra comida peruana, aunque a algunos peruanos les moleste ello y más aún menosprecien el impacto habiendo decidido irse del Perú. Me refiero a esos "alpinchistas" que ahora son "europeos" y también a esos burócratas que están llevando al hoyo a la empresa privada y de paso a la economía peruana reconstruída con tanto esfuerzo desde 1990 y frenada en seco desde el 2011.
Fuerza empresarios peruanos, fuerza Néstor y José. Todo pasará y volverán a abrir la reja roja del Mezzanine para alegría de quienes los estimamos y valoramos su trabajo.
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