Hace un poco más de 600 años nuestros antepasados usaban los quipus para llevar las estadísticas e información oficiales del Imperio Incaico. Habían tambos donde se guardaban provisiones para épocas de crisis y el sistema logístico, de información y comunicación fluía eficientemente. Hoy en plena Era de la Información este gobierno no puede decir que no puede tener información fidedigna ni de vivos ni de muertos.
Hace 3 años en el gobierno de lujo, del cual formó el actual presidente accesitario, realizó un censo nacional que fue un desastre. ¿Quién ha asumido la responsabilidad de ese fiasco?
Hoy no sabemos cuántos presos sobrepoblan las cárceles, hay múltiples "filtraciones" (eufemismo para llamar a los que reciben ayuda sin necesitarla) en los Programas Sociales, no se sabe cuántos no tienen servicios básicos, una cuenta bancaria o siquiera dónde viven.
Tercamente, por no decir otra cosa, se decía que las estadísticas covid eran ciertas y que éste era un gobierno que decía la verdad, que no ocultaba nada. Hoy han tenido que reconocer que mentían. Un funcionario de quinta categoría ha dicho que los muertos son el triple y que recién sabremos la cifra verdadera en.. 2021. ¿Y el número de infectados?
¿Cómo podrá el gobierno planificar y ejecutar programas de prevención, de curación y de apoyo si no sabe cuántos infectados hay? ¿O será que sí sabe y en el colmo de su incapacidad esconde todo y hace muy poco? Los resultados lo dicen.
Hoy cosechamos lo que sembramos en los últimos 20 años con un intervalo de 5 años (2006-2011). En esos años se sembró odio y cizaña, se sembró hierba mala. Se malgastaron miles de millones en autobombo, mermelada, asesorías, consultorías, encuestas y estudios inservibles. Hoy ni siquiera se puede dar un bono de ayuda sin ocasionar aglomeraciones que producen enfermedad y muerte.
Ya es hora de que los incapaces, mentirosos y corruptos dejen de gobernarnos y se vayan a dónde tendrán que ir.
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