Así decía una canción que interpretó en los 70s el gran Buddy Richard.
Una verdad que cada vez menos contrastable que trae una serie de reflexiones en torno a lo que hicimos, dejamos de hacer y también a lo que dijimos y no dijimos en su momento.
Siempre habrá cosas que quedaron en el tintero y que muchas veces quedarán ahí. pero también habrá momentos en que tendremos la oportunidad de pedir disculpas o expresar sentimientos que por errores personales no hicimos en su momento.
Cierto es también que por respeto a la otra parte involucrada, no podemos ser más explícitos si tendremos que contar algo al respecto.
Creo que representa una gran dicha tener la oportunidad de vivir una situación como la descrita y que la otra parte involucrada reciba de buen talante lo que creemos que tenemos que expresar. Irnos al más allá cerrando etapas enriquece el alma y permite que no carguemos mochilas pesadas en nuestron largo camino a la eternidad.
La persona que es contraparte en esta historia sabe a lo que me refiero y tras largos años pude contarle hechos que no compartí en ese tiempo. Ello no solo me trajo una singular alegría sino tranquilidad. Espero no haberle traido alguna intranquilidad y ocasionado algo que rompa un equilibrio que todos merecemos.
El paso de los años fue finalmente como "un hace unos días" ha contrapelo de lo que pensamos; sobre todo en esta era digital en la cual todo es más rápido y podemos estar cerca de alguien estando a miles de kilómetros.
Queda el reencuentro personal y estoy seguro que parafrasearemos "como decíamos ayer".
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