La actual coyuntura exigía ese paso para dejar en "off side" al golpista Vizcarra y a todos los que son cómplices de este proyecto castrochavista. Sin embargo la dictadura de baja intensidad maneja mecanismos que aún tienen trabado el accionar del Congreso y ello no permite tramitar la renuncia de Araoz, la vacancia de Vizcarra y el nombramiento del nuevo Tribuno Constitucional.
Sin embargo frente a ello ya no hay pretextos para intentar lavarle la cara al Golpe de Estado. El camino es duro y peligroso por la amenaza que representa un proyecto ilegal pero nada tendría que impedir finalmente que el Presidente del Congreso Pedro Olaechea asuma provisionalmente la Presidencia de la República y conduzca al Perú de regreso al cauce democrático. La atipicidad de este camino tendrá que implicar plazos extraordinarios para el proceso electoral y la proscripción de todos aquellos socios y cómplices del golpismo como primera medida. Junto con ello se debe ser inflexible en el juzgamiento y condena a severas penas a quienes han permitido, apoyado y tomado parte directa en la ruptura del Orden Constitucional.
Está claro que los pretextos (reforma política y judicial, adelanto de elecciones y el mecanismo para elegir a Tribunos Constitucionales) para "pechar" al Congreso fueron eso, pretextos. Pedir hoy adelanto de elecciones ("que se vayan todos") es conseuencia de la renuncia de Araoz (aún no efectivizada legalmente) y de la propia promesa de Vizcarra. No es el mismo camino anticonstitucional que planteaba el golpista.
Está claro que tras la aprobación de la devolución de alrededor de 525 millones a la corrupta Odebrecht era necesario el cierre anticonstitucional del Congreso para tapar las investigaciones contra hechos como éstos y contra diversas acusaciones que llegan a lo más alto del poder actual en el Perú.
El camino de retorno al Estado de Derecho se deberá hacer apelando a mecanismos legales, al apoyo de la comunidad institucional mediante los mecanismos previstos legalmente y sobre todo moviendo masas que hoy son solo expectantes o apoyan el golpe con total desconocimiento de lo que esto representa.
El Perú deberá demandar el regreso al estado de cosas anterior al golpe del 30 de setiembre. Ello podría entenderse como un atenuante a la pena que deberán afrontar los golpistas. El daño está hecho. Sin embargo no descartemos que este golpe de "baja intensidad" se descarrile y venga la represión violenta contra quienes apoyan el Estado de Derecho. ¿Qué hacer frente a ello?
Los demócratas debemos mirar esta coyuntura como una oportunidad para formar un gran frente que promueva la Vida, la Familia, los Valores e Instituciones de la Nación, el Libre Mercado. En suma la defensa de la Constitución y el Orden Constitucional y que nos lleve de regreso al camino del desarrollo.
Que este "hipo", que pensamos que nunca más iba a ocurrir, sea una breve pausa y que proyectos comunistas nunca más tengan cabida en nuestro Perú.
Estoy de acuerdo con el análisis del ésta publicación,pero los rojos y caviares liderados por Vizcarra son expertos en las contradicciones y con todo el apoyo de la prensa Mermelera han engañado al pueblo que el único culpable es el Congreso y no reconocen que el congreso dió todo el apoyo al ejecutivo, lástima que Vizcarra sea inepto y no ejecute el presupuesto en favor de los más necesitados.
ResponderBorrar