miércoles, 30 de julio de 2025

LA DIVINA PROVIDENCIA

 


Ayer vi un fragmento de una entrevista de la periodista Milagros Leiva al también periodista Román Cendoya, en la que él concluye en algo que pocos se atreven a decir, en medio del cargamontón contra la presidente Dina Boluarte 

Cendoya sostiene que Boluarte ha ingresado a la Historia del Perú y ni se ha dado cuenta. 

Para entender esta afirmación hay que remontarnos a los meses previos al fallido golpe de estado que intentó dar el filo senderista y vacado Pedro Castillo.

El Perú tras el fraude del 6 de junio del 2021 se sumió en una serie de hechos delictuosos y el accionar de un proyecto que buscaba entregarnos a las garras del comunismo.

Al inició hubo una decidida oposición democrática que se tradujo en movilizaciones y marchas, pero pronto muchos se cansaron y otros "entendieron" que era hora de transar prebendas a cambio de complicidad. Así fue pero afortunadamente la llama de la oposición nunca se apagó.

Dina Boluarte no está exenta de la responsabilidad de haber sido parte de este proyecto comunista. No olvidemos su participación en "los gabinetes descentralizados" organizados por Aníbal Torres (el mismo que prometió "ríos de sangre") y sobre todo aquel llevado a cabo en Huancayo donde cantò a viva voz "Falsía".

Boluarte era Vicepresidente y fue ministra por una buena parte de los 18 meses que duró Castillo en el poder.

Sin embargo, algo cambió y Boluarte tomó distancia y llegado el 7 de diciembre del 2022 tuvo el coraje de asumir la Presidencia en medio de una situación al parecer insostenible.

Muchos fuimos de la idea de llevar a cabo nuevas elecciones, lo que finalmente hubiera podido derivar en un congreso dominado por quienes buscaban cambiar la Constitución. En aquellos días aún el andamiaje corrupto, armado en los meses que durò Castillo, tenía poder y nada hace dejar presumir qué hubiera ocurrido.

Cendoya lo dice claramente, fue una casualidad; algunos dirán que "los astros de alinearon" pero los creyentes decimos que simplemente obró la Divina Providencia en un Perú de Fe donde nacieron y vivieron santos y mártires.

No sostenemos, entiéndase bien, que Boluarte fue lo mejor que pudo ocurrir. Ella ni Castillo nunca debieron asumir tras unas elecciones fraudulentas; pero la toma de mando de Boluarte con el apoyo de las Fuerzas Armadas fue una salida que permitió derrotar el proyecto comunista. La propia Presidente lo recordó en su último discurso a la Nación de 28 de julio en una intervención que nos sorprendió por la claridad con las que desarrolló su participación en aquellos días.

El periodo de Dina Boluarte ha transcurrido en más sombras que luces pero más allá de eso, a igual que Cendoya compartimos el reconocimiento a su intervención el 7 de diciembre del 2022 y las semanas siguientes en las que una algarada subversiva intentó revertir la derrota del proyecto comunista. 

En lo que queda del último año de gobierno y de cara a las elecciones de abril del próximo año, Boluarte debe, ante todo, dar las  garantías de transparencia y comicios libres en los que se respete la voluntad popular; así como asegurar la pacificar el país y asegurar que la economía vuelva a recobrar impulso.

Los demócratas debemos parar ya los intentos de crear caos y provocar una  inútil vacancia cuyo alcances serían perjudiciales para el Perú. Basta ya de "encuestas" que buscan desestabilizar a la Democracia y lo único que pretenden es aprovechar la situación a favor de intereses antidemocráticos en complicidad con los tontos útiles, que nunca faltan.

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