Cuando hace 145 años el Coronel Francisco Bolognesi y los Titanes de Arica lucharon hasta morir, no lo hicieron pensando en las compensaciones económicas que recibirían ellos o sus deudos, ni siquiera en la gloria que hoy todo buen peruano les reconoce; lo hicieron porque tenían un juramento que cumplir: luchar hasta el último cartucho.
¿Tanto cuesta hoy entender ello? A una sociedad carente de valores le es difícil creer que antes que nada hay deberes como el cumplimiento del deber, incluso más allá de los intereses personales.
Así como en Arica lo entendieron, un siglo después soldados y policías también enfrentaron un momento crucial como fue el que vivía el Perú, en peligro de ser inviable por el ataque terrorista de grupos subversivos, sus cómplices y tontos útiles. Cientos cayeron defendiendo la Patria y la vigencia de un Estado democrático
Hoy el Perú requiere de muchas cosas, pero ante todo requiere que sus ciudadanos sepan que hay que llevar una vida con Valores; que nuestros niños y jóvenes entiendan que no todo pasa por decidir por algo que nos llenará los bolsillos; que cuando haya que sacrificar algo de nuestro bienestar personal por el bien común, hay que hacerlo; que cuando haya que seguir al frente de "un barco", no hay que bajarse del mismo y menos cuando esté navegando en aguas borrascosas.
No hay nada que lave una traición, ningún pasado glorioso o exitoso; sino que lo diga Petain que pactó la rendición de Francia en 1940. Ya Dante Alighieri puso en su sitio a los felones, en el último círculo del infierno, simplemente porque traicionar a los nuestros es lo peor que le puede pasar a un ser humano.
"Es su vida", dice un conocido cuando se refiere a un dirigente deportivo que anda apurado por dejar las responsabilidades ante quienes juró "amor eterno". A nadie le merece respeto y menos quién justifica un acto vil.
Es cierto que todos merecen una vida mejor pero no a costa de la traición. Lo que hizo con la mano derecha, lo borró con la izquierda, dejando tras sí incertidumbre y el riesgo de volver a los años que se vivieron en los últimos 25 años.
Seamos más. Siéndolo así es muy probable que tengamos más, sobre todo la satisfacción del cumplimiento de la palabra empeña como Bolognesi y los Titanes de Arica.
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