Han pasado 50 años del pronunciamiento militar encabezado por el General Francisco Morales Bermúdez Cerruti que dió fin al infausto gobierno del General Velasco, bautizado como "el Septenato".
Mucho se ha habló en su momento y las leyendas urbanas que surgieron entonces se repitieron hasta el hartazgo por los fans del derrocado con el fin de deslegitimar una acción valiente e histórica.
El Perú tras el golpe de 1968, poco a poco se fue acercando a la órbita soviética y fue a raíz del terremoto de 1970 que se acrecienta con la llegada de "la ayuda cubana". Recordemos que entonces el comunismo ejecutaba un plan para controlar Chile bajo la Presidencia de Salvador Allende; pero su derrocamiento en 1973 hizo que fuera imperativo que el Perú siguiera los pasos de Allende y se convirtiera el satélite que había dejado de ser Chile.
Poco a poco la influencia de militares cercanos a Moscú cobraba fuerza y esto se manifestó con su presencia en puestos claves de la Administración Estatal como de la Fuerza Armada, en especial en el Ejército.
La economía peruana estatizada se fue aceleradamente a la quiebra y el Perú se endeudó e hipotecó a la Unión Soviética a través de la compra de armamento con miras al Centenario de la Guerra con Chile. Los detractores del pronunciamiento militar del 29 agosto de 1975 sostienen que con ello se evitó la recuperación de territorios perdidos (Arica y Tarapacá), algo que en una entrevista con el propio Morales Bermúdez fue desmentido. Esa pretensión no tenía ningún futuro sobre todo por cuestiones de orden de política internacional (USA se hubiera opuesto a ello por su cercanía con el Chile de entonces); lo que hubiera hecho que aquella acción hubiera sido una simple aventura.
Tal como hemos manifestado, conversamos con el General Morales Bermúdez quién de manera abierta nos dio una entrevista resumida en un artículo publicado en nuestro blog
https://eloraculodedontribi.blogspot.com/2020/12/conversando-con-el-general-francisco.html?m=1
en donde él hace una evaluación de este pronunciamiento militar cuyos principales logros se traducen en poner fin a la penetración cubana-soviética en nuestro país, dar un golpe de timón en una economía al borde de la quiebra y sobre todo, haber llevado a cabo el proceso de vuelta a la Democracia, cuyo primer paso fue la Asamblea Constituyente (1978-1979) y luego las Elecciones Generales de 1980, pese a la oposición de un importante oposición en el Ejército.
El balance de aquel pronunciamiento militar (institucional y no una impronta de un caudillo) y los 5 años que duró la llamada Segunda Fase (que en un inicio de pensó que era de profundización del camino velasquista) ha sido hecho por algunos analistas con poca objetividad y sin tomar verdadera distancia de los hechos. Frente a ello, creemos que fue una medida imprescindible, que si no hubiera ocurrido quién sabe que rumbo hubiera tomado nuestra Patria.
Hubo luces y sombras; un demérito fue no haber zanjado firmemente con el estatismo, algo que no hizo tampoco el segundo gobierno de Belaúnde, y una gran incógnita fue qué se hizo para frenar y acabar con el proceso subversivo que explotó en mayo de 1980, pero que se incubó y avanzó clandestinamente en los años de no solo la Segunda Fase sino también en El Septenato.
Finalmente y con la distancia que dan estos 50 años creemos que aquel 29 de agosto de 1975 fue uno de los grandes hitos en nuestra historia reciente y que cambió el rumbo de esta para bien por cierto.
Buen recuerdo.
ResponderBorrarEl régimen de Velasco comienza a caer el 6 de abril cuando los hinchas cremas se zurraron en el toque de queda y salieron a festejar por todo el Perú. Al dia siguiente ante el ridículo tuvieron que eliminar esta restricción.
Pero las primeras escaramuza contra la dictadura fueron em 1974 en la cosmopolita Miraflores donde ciudadanos protestaron contra la confiscación de los diarios anu cada en el mensaje de 28 de julio de ese año.