martes, 16 de febrero de 2021

LA MUSICA NUESTRA DE CADA DIA

Soy de los que no puedo dejar de escuchar música aunque debo reconocer que sé ya muy poco de lo que se escucha en estos últimos 20 años.

Quizás el último ícono que seguí fue Amy Winehouse ("You Know I'm no good" de su segundo álbum Back to Black), a quien escuché en sus inicios en DOBLE NUEVE 99.1 FM y creía que era una bluesera de New Orleans o el grupo Good Weather  Forescast y su canción  Superhumans que escuché en estreno en Doble Nueve el 4 de abril del 2018, dedicada a mi hermana Irina cuando cumplió  18 años. De lo último "nuevo" que recuerdo es una de las más recientes de los Stones, Living in a Ghost Town , estrenada en plena pandemia.

La música me acompaña en la pandemia a través de radio Mágica 88.3 FM sea en las mañana con Freddy Morales, en  la Hora de The Beatles al mediodía  o de 5 a 8 p.m. con el gran Carlos Guerrero en Ruta 88.

Para mí no hay domingo si no escucho NOSTALGIAS en DOBLE NUEVE con Mr Fantasy de 6 a 11horas o de 12 a 13 horas en Mágica también los domingos con Carlos Guerrero en ROCKOLA 88.

A esos horarios agrego, según esté de humor, la Hora del Lonchecito con Koky Salgado en LA INOLVIDABLE 93.7 FM o al mediodía nuestra música Criolla en esta emisora. 

Pero la oferta felizmente hoy es infinita. En la alternativa a Spotify, www.Jango.com hay música de todo tipo y si quiero algo puntual como música Disco, Nueva Ola o Heavy, en el YouTube hay de todo para todos los gustos y oídos.

La música siempre me ha traído anécdotas.  Contaré cuatro que me vienen en mente ahora.

En 1986 fui por primera vez a Machu Picchu y me quedé 3 días en el pueblo conocido como Aguas Calientes. La primera noche fui a un bar restaurante llamado AIKO, cuya dueña era de origen nikkei. Ahí en medio de varias lenguas diferentes tomé unas cervezas. Fue entonces que pedí que tocaran un cassette de Santana que recién había comprado. El esposo de la dueña me pidió permiso para copiarlo a lo que accedí . Al rato la gente vibraba con el gran chicano y en mi mesa llegó como invitación una jarra de "Mentirita", o sea Cuba Libre. Una de las tantas veces que fui a Aguuas Cwlientes , el 2010 pasé por el Aiko. La dueña seguía viva y su hija cuyo nombre daba vida al restaurant trabajaba con su madre. El padre sí había fallecido. Nos tomamos  una foto que conservo en algún usb. Si pasara por este distrito luego de la pandemia, no deje de ir por ahí, donde comí la mejor Sopa Criolla.

En ese mismo viaje fui también a Puno y en un de las noches que pasé en esta querida ciudad encontré de casualidad un barcito lleno de turistas en la Calle Lima. Puno en aquel tiempo no era lo que es hoy en cuanto a oferta de diversión. Aquella noche conversé en inglés con varia gente y desde aquella vez al escuchar las notas de Escalera al Cielo de Led Zepelin, canción  que recuerdo haber escuchado esa noche conversando con una irlandesa, me transporta a aquel año en el  que hice mi primer viaje largo por el sur peruano.

Tiempo después, estando en Alemania usaba un servicio de traslado privado llamado MitFahr Zentrale, una especie de Uber, el que  contactaba con gente que viajaba a diferentes puntos. En aquella vez fui a Basel junto con una joven a quien conocí en el viaje y con quien entablaría una buena amistad, Elke Gust. En el camino ofrecí para que escucharan un cassette de Los Kjarkas. Tanto le gustó al dueño del auto que no me cobró el servicio que era no pocos marcos.

Finalmente, en el 2010 al finalizar un viaje de trabajo en La Paz, Bolivia, me quedé unos días y aproveché para ir a un restaurante de comida cubana en la calle Sagarnaga 357, a poca distancia de la iglesia San Francisco. El restaurante tenía su gente, la mayoría turistas. Al llegar no había música por lo que pedí que pudieran algo de Compay Segundo, ordené un Mojito y una bandeja con lo típico de la comida cubana, la "Ropa Vieja con sus frejoles y patacones". El dueño, un cubano conversador me preguntó sorprendido como así conocía sobre lo cubano. Por supuesto que aprendí a gustar de Compay Buena Vista Social Club hacía tiempo y sobre todo porque mi hermana Irinita es fan de esa música.

A la hora de irme, el local seguía lleno e incluso algunos hasta se habían dado el gusto de dar unos pasos de baile. Esa noche no solo comí y bebí rico sino pase una alegre noche y más aún con el descuentazo que me hicieron a la hora de pagar.

La música nos trae recuerdos, vivencias, alegrías y tristezas con diferentes canciones como Careless Wishper de Wham, Barracuda de Heart, Chanchan de Compay Segundo, Owner of a Lonely Heart de Yes, Adoro de Manzanero, Puerto Montt de Los Iracundos, Chica Mala de César Costa, Recuerdos en la lluvia de Los Doltons,  Soul Sacrifice de Santana, Angie de los Rolling Stones, Enjoy the Silence de Depeche Mode, Murió la Flor de Lós Angeles Negros, Countdown de Europe y Tiempo al Tiempo de Los Kjarkas; por citar unas cuantas canciones que me marcaron.

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