lunes, 1 de febrero de 2021

LOS IDIOMAS

 


El dominar uno o más idiomas nos abre muchas puertas pero es cierto también que no todos tenemos la facilidad para aprenderlos. 

Las facilidades son mucho más hoy en día.  35 años atrás teníamos que ir a un Instituto y recibir clases. Ello implicaba un presupuesto adicional en la casa que no siempre había. 

De igual manera el acceso a material audiovisual o escrito no siempre estaba a la mano. Había que buscarlo.

En mi caso desde la Primaria tuve muy buenos profesores que me dieron una excelente base (Diaz, Carreón, Pérez, Solano y Rodríguez) y por cierto en la secundaria los Padres Lucio Gutiérez y José María Domenech.

En los primeros años de la secundaria tuve la suerte de aprender el Latín, que años más tarde no solo me facilitó  el aprendizaje del propio Castellano sino cuando emprendí el aprendizaje del Alemán. 

Mi aprendizaje del Inglés siempre fue autodidacta y el nivel que alcancé fue para lectura y en algo para conversar. Es más el aprendizaje del Alemán de alguna manera hizo que retrocediera en cuanto a mi nivel de conocimiento del Inglés (por la interferencia).

Me acerqué al Alemán por requerirlo para una beca que luego alcancé en 1990.  Lo aprendí además gracias a mis conocimientos de Latín que me permitieron entender  las estructuras del Alemán muy parecidas a las latinas. También debo decirlo que ello fue gracias  a mis profesores del Goethe Institut en Lima, el finado Werner Höing, María Angélica  Sueyras, Madeleine John, Janine Gehri, la señora Denegri y  Delia Revoredo. Debo recordar también a otros profesores como José Adolph, Cecilia Rodriguez, Mariane Binder y Yolanda Aguilar, todos excelentes profesores.

De aquellos años guardo grandes recuerdos y la amistad de gente como Jorge Alvarez, Patricia Arriaga, Roberto Holguin, Yanet de Amat,  Lourdes Salvador e incluso de gente a quien conocí cuando participaban en actividades fomentadas por el Directores Herr Greimel y Herr Epenneder quienes apoyaban el Freundeskreis (grupo de caminantes) en los que estaban Patricia Altamirano, Ciro, Dámaso Huarcaya y otros y un singular personaje que pese a que nunca fue alumno, llegó a dominar el Alemán mejor que la mayoria de alumnos. Me refiero a Wilson Cabanillas, con quien hice amistad en aquellos años. 

El Goethe Institut fue un lugar cercano y lleno de afectos. En la cafetería estaban don Mario y don Lucho, en los servicios Rubén y Arnulfo, en la Biblioteca la Sra Pinto, Jenny Lovón e Iliana Revoredo y en la secretaría y recepción, la señora Nelly, Lourdes Herrera y Heidi y la administradora, la señora Salazar.

Pese a a dejar de ser alumno en el Goethe, tras mi regreso de la beca en Alemania seguí usando su Biblioteca y también estuve relacionado al instituto por un tema personal. 

Pese a ir a la beca con un buen nivel de idioma, hice un Curso Intermedio de 8 semanas en el Goethe Institut de Freiburg con Herr Föhr junto con grandes amigos como Amhed, Chen, Mile, Olivia, Naomi, Jean Louis, Fabrizzio y otros. Esas ocho semanas fueron muy gratas y las recuerdo al haber sido una de las etapas más lindas de mi vida.

El dominio de un idioma nos permite integrarnos en el lugar donde estamos temporal, como fue mi caso, o permanente.  Es un factor  de aceptación, permite conocer gente como a mi gran amiga Elke, viajar sin contratiempos y también hacer valer nuestros derechos e incluso para cosas tan simples como comprar en el supermercado, pedir un café, una Pils o la cena en la Mensa o consultar algo en la calle para saber cómo ir de un sitio a otro.

Hoy el aprendizaje de un idioma se ha facilitado por los medios como el internet, mejor enseñanza en el colegio (como es el caso de Irina quien aparte tiene una habilidad innata) y la gran cantidad de medios audiovisuales que hoy existen.

Hoy también las exigencias un mundo globalizado obliga ya no solo a dominar un idioma más sino otros tantos. Incluso para optar grados académicos la exigencia obliga a dominar otros idiomas de habla frecuente. Ni qué decir ya para actividades profesionales y sociales.

Por lo tanto, la enseñanza de idiomas debe ser no solo mejorada a través de capacitar a los profesores sino también contando con mejoras tecnológicas y didácticas. Hoy ya no es solo un entretenimiento sino una necesidad.

Auf wiedersehen¡

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