VUELVE LA CORDURA

 

Tras una avalancha de "partidos políticos" debido a la flexibilidad de los criterios y requisitos para constituirlos, pareciera que vuelve la cordura. Constituir un partido político es algo serio y no un emprendimiento de aventureros como pretendió "la reforma política" vizcarrista que habilitó a que existan casi 30 "partidos" hábiles para postular en las próximas elecciones, que en teoría se llevarán a cabo el 2026.

Ya está de nuevo en trámite la aprobación del requisito de un mínimo de adherentes para constituir uno nuevo (500 mil). A ello habría que agregarle la eliminación de "los movimientos regionales" que no son sino cascarones electorales y con ello dinamizar la presencia de los partidos políticos en las diversas regiones.

Desgraciádamente el panorama para las próximas elecciones se presenta casi con un modo kafkiano. ¿30 candidatos presidenciales y sus respectivas listas parlamentarias? Suena a broma de mal gusto.

¿Cómo frenar ello? Ya no hay mucho tiempo para evitar un escenario cantinflesco. Quizás la obligatoriedad para participar en elecciones internas con un mínimo de electores registrados previamente y no de cualquier ciudadano. Ello evitaría que luego tengamos "partidos" con resultados liliputenses.

Cualquier cambio adicional requerirá un consenso de un futuro Congreso con legitimidad. Ante la probable aprobación de la Bicameralidad se requerirá que el Senado tengo un origen nacional y la Cámara de Diputados sea producto de distritos uninominales y más pequeños, lo que daría representantes más cercanos a sus electores.

Además se deberá evaluar el voto facultativo, la eliminación del voto preferencial y fijar un mínimo de votos a obtener a fin de mantener la inscripción electoral.

El tema es fortalecer la participación ciudadana, la existencia de verdaderos partidos políticos y evitar la proliferación de aventureros  y de cualquiera que busque llegar al poder sin requisitos mínimos de idoniedad no solo profesional sino moral.