Han pasado 3 años y aún seguimos en peligro de que nuestro país sea innelegible. No hemos aprendido la lección. Los años 80s pasaron pero muy pocos los recuerdan.
El escenario que vivimos a partir del 28 de julio del 2011 fue construído "gracias" a las mentiras y odio que una prensa mayoritaria se encargó difundir.
Tras un gobierno mediocre y corrupto, el camino estaba preparado para que un supuesto "gobierno de lujo" empezara a saquear el Perú. El intento no duró y tras su caída quien cosechó fue alguien de su propio cogollo. No tardaría en llegar la pandemia y el peor desastre sanitario. Miles murieron debido a la incapacidad y corrupción de alguien que aún sigue libre sin pagar sus culpas.
Pero como ya es "costumbre" en el Perú, los gobiernos caen en medio del hedor de las raterías pero nadie paga por ello. En noviembre del 2020 caería el genocida pero quien lo sucedió no tuvo las agallas para sostener un gobierno de transición y tras unos pocos días cayó por presión de una minoría que provocó una algatada subversiva. El 15 de noviembre del 2020 el transitorio Merino de Lama dimitía y le dejaba el camino libre para que el caviaraje se hiciera del poder y preparara el camino para el fraude del 2021 con el qué llegó al poder el comunista Castillo.
Aquel 15 de noviembre no hubo alguien que frenara el ascenso de Sagasti, quien fue electo Presidente del Congreso y tras ello Presidente Accesitario. Primó el silencio cómplice y los acomodos cobardes.
Hoy los promotores del golpe de Vizcarra vuelven a la carga. Nos vuelven a hablar de democracia y en base a la suma de mentiras construyen "su verdad".
Hoy ya no se habla del golpe de Vizcarra, de la algarada terrorista que tumbó a Merino de Lama y nos gobierna quien fue socia del golpista Castillo.
¿Qué necesitamos en el Perú? ¿Memorex o dosis extras de testosterona?
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