CHIM PUM CALLAO

 

Hoy es el aniversario de la creación  de la Provincia del Callao en 1836 y luego convertida en Provincia Constitucional en 1857, lugar al que empecé a ir a temprana edad a pasar días de playa en la recordada playa de Cantolao, de mar aparentemente tranquilo pero de fuerte corriente marina.

Tras la estadía que no duraba más de hora y media, íbamos a tomar desayuno con mi mamá Ana, mi hermana Ana María, mi tía Dora, mi prima Lucha, su esposo Giovani y su hija Giuliana a Panarello en La Punta, una panaderia hoy transformada también en restaurante. Evoco sus riquísimos panes franceses con queso fundido de la marca Laive, panes que se siguen haciendo con igual calidad.

Al Callao también iba con mi hermano Juan y mi papá Aquiles a pasear por la Plaza Grau y luego íbamos a la Bodega Olcese a comer sus panes Chalacos.

Para mí el Callao no era solo su Plaza, Chucuito o La Punta sino mucho recuerdo haber ido por 1973 a la entonces lejana Ciudad Satélite de Ventanilla, creada por el gran Pedro Beltrán. Hoy Ventanilla, Pachacutec y Mi Perú son parte también de un Callao pujante y en crecimiento.

Ya a fines de los años 70' fui con frecuencia al Callao a dar clases de Matemáticas al hijo menor de la familia Egoávil, que vivía en la Calle Constitución. En mi ruta pasaba por la Casa Ronald, la Iglesia Matriz, el famoso Mateo, la Av 2 de Mayo, el Mercado Central, la Corte Superior, el Real Felipe, la Avenida Sáenz Peña y un clásico que aún existe, el Rovira con su pan con pejerrey, su caldo de choros y su Capitán.

La última experiencia cotidiana fue a inicio de este siglo cuando acompañé a mi amigo El Tano Bártoli (extraordinario jugador y entrenador argentino) durante dos años,  cuando dirigió por última vez a un equipo de fútbol (León Porteño) en la Liga del Callao. Los partidos eran los domingos en el mítico estadio Telmo Carbajo de Bellavista. Luego de los partidos íbamos a tomar el bus a la plaza del distrito previa parada para comer un Pañuelo, pastel típico relleno de Crema Pastelera. En la semana iba a veces a los entrenamientos del equipo en la cancha Gualberto Lizarraga en la Ciudad del Pescador, donde me encontraba con mi amigo, el finado Eduardo Ramírez, dueño del equipo. Recuerdo de esa época al delegado del equipo Carlos Figueroa, a los chicos La Rosa, Ronny, Cachetada, al aún vigente Banana Ruiz, Pavón, Jara, Cachetada y otros.

Tras dos años de idas y vueltas (2002-2003), mis visitas al Callao fueron ya muy de vez en cuando.

Guardo muchos recuerdos, de su paisaje, sus lugares típicos y su gente,  orgullosa de su pertenencia a este gran pueblo.

Salud con una Pilsen y Chim Pum Callao!

Foto: Panadería Panarello