Si recorremos algunas avenidas principales de la llamada Lima Centro (La Mar y Bolívar en Pueblo Libre, San Felipe en Jesús María) y otras como Sucre, Brasil y Ejército que recorren más de un distrito) constataremos el increíble crecimiento vertical producto del boom inmobiliario de los últimos 20 años en el marco de años de crecimiento económico y con ello del crédito hipotecario.
Este crecimiento "hacia arriba" trajo consigo el movimiento de miles de limeños de los llamados conos al centro de la ciudad, con el consiguiente aumento en la demanda de servicios ocasionando incluso déficit en la provisión de éstos (estacionamientos, menor presión de agua, gran tráfico vehicular, entre otros).
¿Todo esto se pudo avizorar? Sin duda alguna, pero lamentablemente en nuestro país, como muchas cosas, se deja de lado la planificación del crecimiento de las ciudades (entendida como base no solo para la inversión pública sino privada).
Pocas obras son resultado de ella e incluso en su momento fueron consideradas "elefantes blancos" como la Vía Expresa, la Costa Verde, el Trébol de Javier Prado, entre otras, y otras no lograron satisfacer la demanda resultando hoy insuficientes como el Tren Eléctrico, los Corredores Complementarios, el Metropolitano y las llamadas pompósamente "vías expresas" de Javier Prado y Faucett.
La ciudad de Lima sigue creciendo y sus problemas también. Recuerdo mucho un artículo de la sección Metropolitana del diario El Comercio en 1966, en el cual se escribió sobre las necesidades de una Lima con "un millón de habitantes", cifra que hoy es casi diez veces más, al punto que los límites de la ciudad y "las pausas" entre Puente Piedra y Ancón, el Aeropuerto Jorge Chávez y la Panamericana Norte o entre Chorrillos y Pucusana prácticamente no existen.
¿Estaremos a tiempo para cambiar este panorama y ser una ciudad pensada con anticipación? Ojalá sea así pero muchas obras que solo eran proyectos, hoy los siguen siendo o construyéndose a "ritmo de caracol". Ejemplos, muchos. Las lineas 2, 3, 4 y 5 del Tren Eléctrico, los pasos a desnivel en Javier Prado, un viaducto que una el aeropuerto con la Costa Verde, la ampliación de la Vía Expresa, el tren que una Lima con la Costa Norte y Sur y tantos otros.
Veremos qué pasa en el tiempo que nos queda en la tierra y sino, habrá que pedir permiso a El de Arriba para ver qué se hizo..
¡Exacto! Una penosa realidad qué se pudo evitar. Lo peor es que no aprendemos, y seguimos improvisando.
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