ESTOS PASTORES NO NOS REPRESENTAN

 

Lo dijimos ayer ni bien vimos el titular del diario "del túnel". Monseñor Cabrejos no representa a la Iglesia Católica como tampoco Castillo y Barreto nos representaron siendo garantes y cómplices del filosenderista Castillo, previo a las elecciones del junio del 2021, durante e incluso días previos al golpe del 7 de diciembre del 2022, cuando Cabrejos recibió a Castillo y a Anibal Torres en la propia sede de la Comisión Episcopal Peruana como una señal de respaldo a un gobierno corrupto, incapaz y proterroristas.

Ayer Cabrejos se pone de espaldas a los Defensores de la Democracia y sale en contra de la ley que pone punto final a la infame persecución del caviaraje contra los militares y policías que defendieron la Patria haciendo frente a la insania terrorista.

Coincido con lo dicho hoy por Aldo Mariátegui, que sostiene que con lo dicho por Cabrejos se ha roto la cercanía entre una Institución Tutelar de la República, las Fuerzas Armadas,  y la actual jerarquía de la Iglesia Católica (y no con todo el Catolicismo del Perú, el cual debe ser rescatado de la influencia comunista y caviar) . Sin embargo cuido con Mariátegui; bien sabemos su posición contra nuestra Fe.

Pero los malos no vienen solos. La inoportuna (y cómplice) posición del Vaticano respecto a la narcodictadura chavista es inaceptable. Que el nuevo Nuncio en Venezuela haya presentado sus credenciales ante el asesino Maduro merece nuestra  condena, de la misma forma que lo hacemos frente a la inacción contra la persecución a Iglesia Católica en Nicaragua y la esclavitud de sus ciudadanos y frente al castrismo que ha sojuzgado a Cuba desde hace 65 años.

Es hora de responder ante ello. A Dios rogando (por la conversión de quienes se ponen de espaldas a los mandatos de Dios) pero actuando. Es hora de hablar claro frente al accionar de una parte de la Jerarquía, en el Vaticano, en nuestro Perú y en general en el mundo, que avala agendas contrarias a nuestros Preceptos.

Que no se equivoquen los enemigos del Catolicismo. Nuestra Iglesia saldrá fortalecida y fiel a los mandatos de Dios.

Basta ya!