Leo diarios y revistas desde muy temprana edad en la que me empeñé a emprender a leer.
En mi casa pudo faltar muchas cosas menos un diario. Mi padre compraba disriamente El Comercio y La Tercera, los sábados además Última Hora y los fines de semana La Prensa, Correo y La Crónica. Además como mi hermano mayor trabajaba en el diario Expreso (como corrector de estilo) desde 1970, teníamos en casa este diario y el Extra todos los días.
Fui testigo del enfrentamiento feroz que tuvo El Comercio con el APRA, el papel de Expreso frente al Velascato ("el mastín de la revolución"), la persistente defensa de la libre empresa por parte de La Prensa y las publicaciones de La Crónica Tercera), precursora de la prensa deportiva de la mano del gran Pocho Rospigliosi.
En 1980 el Presidente Belaúnde devolvió a sus legítimos propietarios los diarios incautados en 1970 (Expreso y Extra) y en 1974 (toda la demás prensa escrita). Fue el renacer de algunos como Expreso y también los últimos años de La Prensa y Última Hora.
En los años 80's aparecieron diarios de la izquierda comunista (El Diario de Matka, La Voz y la fugaz La Razón), el gran esfuerzo que fue El Observador, la aparición de La República y luego El Nacional y Hoy.
A inicios de 1990 surge coyunturalmente Página Libre. un muy buen diario pero de corta vida como El Sol, diarios especializados como Gestión y Síntesis, diarios populares como El Trome, reaparece Correo, surge Perú 21, la prensa deportiva (El Bocón, Todo Sport, Depor y otros) y desgraciadamente la llamada "prensa chicha" (llena de mentiras y ataques, al punto de ser considerada "prensa basura".
La prensa escrita siempre cumplió un papel en la formación de opinión y también en la desinformación y apoyando agendas perversas.
No olvidemos, repito, el papel de la "prensa chicha", la que avaló las raterías de Odebrecht, al genocida Vizcarra y al buen porcentaje de diarios que fueron portavoces del caviaraje.
En los últimos años, un diario que cumplió un gran papel ha sido Expreso, con sus luces y sombras, como dar cabida a voces completamente opuestas a su línea editorial, la infiltración de "duentes" en sus secciones "internacional y cultural" y en los últimos meses el triste papel de mentir, decir medio verdades y ser un diario panfletario que escogió el camino de ser vocero de los enemigos del club Universitario de Deportes, sobre todo en los meses que se debatió la hoy Ley N.° 32113, la cual establece un nuevo marco regulatorio para el procedimiento concursal de apoyo a la actividad deportiva futbolística en el Perú.
Esta ley amplía los alcances de la anterior Ley 31279 y permitirá que quienes se acojan a esta ley logren pagar sus acreencias de todo tipo y no como con mala fe señala Expreso (no pagar y ser una ley que favorece "el perro muerto").
Abogados especialistas como Franco Velasco ya han determinado los alcances de la ley publicada en el diario El Peruano el pasado lunes 26 de agosto; sin embargo Expreso con la venia de su Director, el ex gráfico Antonio Ramírez sigue confundiendo a sus lectores desvirtuando el espíritu de la ley y sosteniendo crasos errores como decir que Universitario recién se acogería (previo acuerdo de su Junta de Acreedores) a esta ley cuando lo está de hecho desde que fuera aprobada la anterior Ley (31279), la que justamente ha sido perfeccionada con la Ley 32113.
Una lástima que un diario como Expreso que gozaba de la preferencia de una gran lectoría, hoy haya tirado por la borda su credibilidad al haberse puesto la camiseta de los enemigos de Universitario de Deportes.
¿Quién pierde con esta posición? Sin duda alguna, Expreso. Muchos que comprábamos el diario ya no lo hacemos e incluso pasan días que ni lo leemos. Pareciera que Ramírez se olvidó un gran detalle, el boom editorial a raíz del Centenario de Universitario de Deportes refleja quienes leen en el Perú y no son precisamente hinchas del club que el director de Expreso "defiende".
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