¿QUÉ LOS MOTIVA?

La última semana no ha sido la excepción. Ya nada nos sorprende. Quizás sea un caso de locura generalizada, dónde se vive en un mundo irreal.

Una Presidente que no tiene mejor idea que cantar una antigua canción infantil que los niños de hoy ya no cantan, un ministro que cae de espaldas ante una fallida muestra de ser un jugador de voley y un congresista -antes contestatario- que con un tono serio -"adecuado a su cargo de vicepresidente del Congreso"- dice que el caso de una enésima "mochasueldo" debe verse en "la comisión de ética". Ja, ja, ja.

Me preguntó si no habrá gente en el entorno de esos tres personajes públicos, remunerados con los impuestos de todos los peruanos, que les digan las estupideces que están haciendo.

A veces ya cuesta creer que todo lo desastroso que se hace no podría ser peor si practicaran. ¿O acaso estos señores creerán en los aplausos de los sobones y piquichones? ¿Será que vivimos en un mundo de  babosos, al punto que las encuestas que se publican sobre el desempeño de nuestros gobernantes son invisibles.

Un prófugo de la justicia que no es ubicado, decenas de personas asesinadas por sicarios, cifras de la economía que no se condicen con la realidad y una interminable lista de hechos reflejan la verdadera situación que vive el Perú; mientras un ministro dice que en nuestro país "no se pasa hambre".

A veces pareciera que no somos un país sino una opereta bufa; en la que los participantes son un genocida responsable de más de 200 mil muertos que se pasea como si nada, un grupo de avivatos que dicen que no pueden irse mientras no saquen de sus cargos a los responsables del fraude del 2021 pero no hacen nada concreto y más de 35 potenciales candidatos presidenciales nos ofrecen solución para todos nuestros problemas incluyendo "alfombrado de cerros y corvinas ya fritas recién salidas del mar".

El problema ya no se explica por la existencia de pillos e incapaces sino por una ciudadanía "ahuevada", "feliz que la cojudeen" y  que incluso no dirá nada cuando se termine de caer el caso Lava Jato y tengamos que pagar una indemnización a las constructoras brasileñas por haber tenido "el atrevimiento" de no dejar que nos sigan robando.

¿Habrá alguien que haya comido menos alimentos hormonizados y tenga el coraje de parar esto?

PS Hay excepciones -¿los justos de Sodoma y Gomorra? como los congresistas Rospigliosi y Cueto y el ministro González Olaechea.