Desde hace 60 años con 12 años de interrupción a raíz del golpe de estado de 1968 y con dos más breves (algunos meses) tras el 5 de abril de 1992 y el 30 de setiembre del 2019; los días previos a la elección de una nueva Mesa son intensos y llenos de interrogantes.
En 1963-1968 el APRA pactó con el Odriísmo (UNO) para formar una mayoría parlamentaria que se opuso tenazmente a un Ejecutivo incapaz. Las Presidencias de las Cámaras de Diputados y Senadores y los miembros de las Mesas Directivas estuvieron en manos de la coalición APRA-UNO gracias a un acuerdo o pacto político.
Finalmente llegó el 3 de octubre de 1968 y en medio de un caos político, crisis económica y corrupción ocurrió un golpe de estado, cuya vigencia duró doce años
OTRA COYUNTURA
En el periodo 1980-1985 Acción Popular tuvo una amplia mayoría en la Cámara de Diputados y en Senadores, gracias a una alianza con el PPC. En aquella época nadie hablaba de "repartijas".
En el periodo 1985-1990 el APRA tuvo mayoría en ambas cámaras (con el apoyo simbólico del SODE, aliado electoral).
CAMBIO LA HISTORIA
En 1990 los resultados electorales no dan una mayoría sino minorías. Cambio 90, ganador de las elecciones presidenciales en segunda vuelta, tuvo que afrontar una oposición resultante de acuerdos entre el FREDEMO (AP-PPC-LIBERTAD) y la izquierda comunista con la posición ambivalente de los parlamentarios del APRA. Acordémonos cómo estaban compuestas las mesas directivas previo al 5 de abril de 1992 y cómo estaban las cosas que finalmente derivaron en el pronunciamiento de aquella fecha. Sería bueno precisar si en aquellos días, muchos de los que opinan hoy, habrían hablado de "contubernios", le hubieran hecho ascos a la izquierda o habrían condenado "el obstruccionismo".
VUELVEN LAS MAYORIAS
Las siguientes elecciones, en 1992 y 1995, dieron claras mayorías. Las elecciones de las Mesas Directivas volvieron a ser simples trámites internos.
En el 2000 se tuvo que "construir" una mayoría "gracias" a maniobras nada santas. A los 52 congresistas fujimoristas se les unieron 12 reclutados de diferentes tiendaS ("los tránsfugas"). Con ellos se logró una mayoría de 64 congresistas a los que se unieron "informales oficialistas", cuyo número nunca se supo exactamente. Tras la caída del régimen en noviembre del 2000, los "tránsfugas" se volvieron "recontra tránsfugas", a los que se unieron quienes saltaron del barco fujimorista. Nadie los señaló entonces y entre ellos pasaron a formar "una nueva mayoría" que censuró la Mesa Directiva presidida por Martha Hildebrandt, eligió como Presidente del Congreso a Valentín Paniagua (el tercer congresista menos votado) y posterior Encargado de la Presidencia de la República -tras la destitución "express" (previa renuncia) del Presidente Fujimori- y a la Mesa Directiva del Congreso "multipartidaria" presidida por el ex fujimorista Carlos Ferrero. Tampoco en ese momento se habló de "repartijas" y los topos, tránsfugas y conversos no fueron señalados porque sus votos eran necesarios (como hoy).
NUEVOS VIENTOS
En el periodo 2001-2006, salvo el último periodo (en el que nadie quería "quemarse"), se conformaron mesas "multipartidarias" conformadas con congresistas toledistas, comunistas, humalistas y de todos los colores. Acordémonos que la primera Mesa Directiva estuvo presidida por el oficialista Carlos Ferrero y sus cinco (5) vicepresidentes fueron Henry Pease (Perú Posible), Pedro Morales (Acción Popular), Jorge del Castillo (APRA), Xavier Barrón (PPC), el comunista Diez Canseco (disfrazado de humalista) y el inefable Luis Iberico (FIM). Un auténtico "arroz con mango", entonces señalado como "fruto de la madurez política". En aquel periodo (2004-2005) incluso la Presidencia del Congreso la ocupó el entonces "pepecista" Antero Flóres Aráoz, quien fungió de salvavidas de un casi "moribundo" (políticamente) Presidente Toledo.
En el periodo 2006-2011 el partido de gobierno (APRA) logró una informal mayoría con el fujimorismo y logró mantener los 5 años la Presidencia de la Mesa Directiva del Congreso, cediendo las Vicepresidencias (ya eran tres a partir del 2006-2007). Hasta un congresista de Restauración Nacional fue tal al final (2010-2011). Tanto el fujimorismo y el humalismo mantuvieron una Vicepresidencia y Unidad Nacional (alianza del PPC con otros actores menores) la tuvo hasta el periodo 2009-2010. Hoy cómo llamarían algunos a este acuerdo político, ¿repartija".
En el periodo 2011-2016 el humalismo gobiernista logró mantener la presidencia durante los primeros cuatro años "gracias" a acuerdos con diferentes bancadas (excepto el fujimorismo). El último año la ocupó Luis Iberico representando un acuerdo entre el PPC y APP. Revisando las mesas directivas vemos la presencia del aún vigente congresista (con otra camiseta) José Luna y de otros políticos como Manuel Merino, Yehude Simon, Juan Carlos Eguren, Carmen Omonte, Luis Iberico, Luis Galarreta y otros. Todos ellos fueron parte de acuerdos políticos, a los que hoy algunos de ellos estigmatizan y reniegan. En aquellos años , el hoy "indignado" Daniel Abugattás no se horrorizaba de los acuerdos.
Este Congreso en su último año se partió en varias fracciones, resultando el fujimorismo la primera minoría y como segunda, el humalismo que había empezado con 47 miembros.
UN PANORAMA INEDITO CON FINAL GOLPISTA
En el 2016 Fuerza Popular obtuvo una mayoría opositora (al gobierno de PPK) inédita de 73 congresistas. Por cierto el pepekausismo no vió con buenos ojos ello y se valió de malas artes para tratar de romper esta mayoría (lo que finalmente logró). El fujimorismo logró mantener la Presidencia del Congreso en tres periodos (2016-2017, 2017-2018 y 2018-2019) pero en este último periodo la traición de un advenedizo Daniel Salaverry terminó abriendo las compuertas del golpismo vizcarrista pese a los vanos intentos de una Mesa Directiva presidida por Pedro Olaechea, en cuya presidencia se dió el golpe (cierre del Congreso) el 30 de setiembre del 2019.
En los dos primeros periodos se formó la Mesa Directiva con el APRA y APP y en el 2018-2019 la Mesa Directiva fue integrada solo por congresistas de Fuerza Popular. La Mesa Directiva que tuvo vigencia del 26 de julio del 2019 hasta el fatídico 30 de setiembre de ese año fue un acuerdo entre el fujimorismo, una fracción disidente de él y del pepekausismo.
Tras el golpe de Vizcarra se convocaron a elecciones complementarias en las que se eligió a un nuevo Congreso que tuvo dos momentos. Uno que inició marzo del 2020 hasta noviembre de ese año en que se vaca al golpista Vizcarra y cuyo Presidente Manuel Merino de Lama asume la Transición pero pero es obligado a renunciar tras una algarada ("golpe de masas") promovida por el caviaraje que elige -en un segundo momento- como nuevo Presidente del Congreso al caviar Francisco Sagasti, quien asume la Presidencia tras la renuncia de Merino de Lama. Finalmente Sagasti facilita el "triunfo" del ladrón golpista Castillo en las elecciones fraudulentas del 2021. En tanto la Presidencia del Congreso es asumida por la comunista antiminera Mirtha Vásquez, con el apoyo de quienes hoy se "horrorizan" de cualquier acuerdo".
EL GOBIERNO DEL COMUNISTA CASTILLO Y LA NECESIDAD DE ACUERDOS
Tras el acceso a Palacio de Gobierno por parte del comunista Castillo el 28 de julio del 2021, ha habido tres Presidentes del Congreso. Primero fue María del Carmen Alva (AP) en el periodo 2021-2022; luego una fugaz Lady Camones (APP) y hasta este 26 de julio José Williams (Avanza País) en cuyo periodo se vacó al golpista Castillo.
Los acuerdos cada vez han sido más difíciles entre los integrantes del Bloque Democrático (por la presencia de topos y traidores) llegando al punto que de cara a la elección de la nueva Mesa Directiva se estaría llegando a un acuerdo entre no solo Fuerza Popular y un sector de la izquierda sino de varias bancadas con el llamado "cerrinismo". Fuerza Popular y ese sector no tienen los votos para elegir a una nueva Mesa Directiva y por ende un nuevo Presidente del Congreso.
No creo que el representante del cerronismo sea quien ocupe la Presidencia ni la Primera Vicepresidencia. A tanto no llegaría el acuerdo. Este acuerdo de pronto se ha vuelto casi imprescindible pués de no concretarse se estaría perdiendo la Mesa Directa a manos de un acuerdo entre "golpistas, niños, mochasueldos, caviares y otros".
O se cede y se acuerda una salida o se pierde todo. ¿Entenderán esto los que hoy se horrorizan por una posibilidad como la de hoy pero que en el pasado aceptaron un acuerdo con Simon, Diez Canseco o el humalismo?
"Conversar no es pactar" decía el gran Ramiro Prialé, mas no olvidemos que tras conversar, se llega a acuerdos. ¿Cuáles son esos? Será imperativo, que tras el 26 de julio, sean transparentados y se traduzcan en una Agenda Parlamentaria.
Entre tanto las idas y regresos, los cubileteos y otros seran "pan de cada día" como así los rúmores, fake news y mentiras interesadaa circularán en esta ciudad, sempiterna interesada en "el chisme".
A MODO DE CONCLUSION
Hemos hecho una pequeña síntesís de que ocurrió en el Parlamento en los últimos 60 años para refrescar la memoria de quienes creen que lo que vivimos es "nuevo" y que el acuerdo como al que se podría llegar entre el Bloque Democrático y el cerronismo es inédito. Si alguien cree que lo es, relea el presente artículo.
Finalmente, hay quienes que creen que no pasará nada si se pierde la Mesa Directiva. ¿Acaso olvidan que el Presidente del Congreso asume en caso de vacancia del Presidente de la República y que el Primer Vicepresidente del Congreso asume la Presidencia del Congreso?
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