Hoy se cierra el plazo para inscribir listas para elegir la Mesa Directiva del Congreso, fragmentado y cada vez menos legítimo.
No nos sorprendería que se presenten más de tres listas, habiendo sido presentada ya una lista encabezada por el congresista Wilson Soto (APP).
Entre tanto la (aún) Presidente Boluarte afina su discurso de 28 de julio, el cual no tendrá mucho que mostrar de lo hecho en estos 233 días que ocupa el Sillón de Pizarro tras la vacancia del ladrón golpista Castillo y como consecuencia de una Sucesión Constitucional. Esperándose escuchar por tanto lo qué hará en los próximos doce meses y hasta el 2026. Para ello se requiere mejorar la imagen del gobierno en el exterior, en lo que la Cancillería tiene mucho por hacer.
Lo primero que esperamos es que anuncie la fumigación del Estado. No es posible que aún castillistas, vizcarristas y caviares corresponsables del desastre de los últimos años. Un ejemplo de ello es el nombramiento de una aliada del vizcarrismo en ESSALUD, quién fue "renunciada" diez días después y reemplazada por un cuestionado castillista; mientras el responsable de ello (el ministro de Trabajo) sigue en el cargo y "aquí no pasa nada"; como diría el finado Martinez Morosini.
Este 28 de julio será oportunidad para que Boluarte haga los ajustes al Gabinete. Si no dan fuego, o renuncian o se les separa del cargo, sin darles "las gracias por los servicios prestados" (¿cuáles?). En el Perú hay mucha gente capaz, experimentada y honesta. Es necesario, más que nunca, un gabinete de "ancha base" en el que debería mantenerse un ministro que "manya su cuento" como Juan Carlos Mattews, quien debería asumir un ministerio producto de la fusión de los actuales de la Producción y Comercio Exterior. A ello debería seguir las absorciones del ministerio de Cultura por el de Educación; el de Ambiente por el de Agricultura y las fusiones del ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento con el de Transporte y Comunicaciones y el del MIDIS con el de la Mujer. Se requiere mayor eficiencia y racionalidad en el manejo del Estado.
Esperamos un compromiso con medidas concretas para luchar contra la inseguridad ciudadana, para promover la inversión privada y generar las condiciones para luchar contra la temida estanflación. Que Boluarte no olvide de apoyar explícitamente a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional en sud þareas de defender el Orden y Soberanía.
Se nos viene el Fenómeno del Niño, ¿qué estamos haciendo y qué se hará?
Que Boluarte nos diga qué hará para que ProInversión no sea un nido de burócratas dorados en vez de un promotor de "destrabes de proyectos que duermen "el sueño de los justos". El Perú requiere también que los miles de millones en inversión minera parados se empiecen a mover y el agro sea de especial mirada.
¿Qué dirá Boluarte sobre la educación y salud? ¿Qué exhortos hará al Sistema de Justicia para que no sea "tan rápido" como un caracol y para que los Gobiernos Regionales y Locales inviertan en obras dentro de su ámbito de competencias?
¿Qué programa de inversiones en infraestructa, agua y saneamiento anunciará con fechas concretas de inicio y conclusión deE obras?
El Perú espera que se nos diga qué se está haciendo en el MIDIS y otros ministerios para luchar contra la pobreza y si hay una agenda concreta para el manejo austero, racional y honesto de los recursos públicos. Basta ya de escuchar al Contralor de la República referirse a monto aproximados de recursos que se pierden por corrupción y no nos diga qué porcentaje de ello no se efectivizó por su labor diligente.
La verdad que hay mucho que decir y hacer. Estamos hartos ya de las promesas incumplidas.
El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones y éste está lleno de incapaces y corruptos, faltando muchos que aún pululan en el Estado.
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