miércoles, 5 de julio de 2023

¿QUE HACEMOS?

 


Tras la escandalosa actuación de una fiscal  que permitió la libertad y posterior fuga de dos avezados delincuentes capturados tras una balacera en la que murió un delincuente que era intensamente buscado queda solo hacer caso a las conclusiones y recomendaciones hechas por expertos para evitar que estos hechos se repitan.

Bien dice Fernando Rospigliosi que las penas deben hacerse efectivas. De qué vale si éstas son draconianas si no son cumplidas. Sin embargo la pregunta que nos hacemos es ¿en qué cárceles?, si éstas son escuelas del crimen donde los presos hacen lo que quieren, tal como mostró por enésima vez la prensa, cuando el programa Panorama puso en evidencia la corrupción en una cárcel chalaca.

La reacción de las autoridades del sector fue declarar en "reestructuración" el Instituto Nacional Penitenciario. ¿Alcanza eso? Por lo que hemos visto en muchos casos similares, pareciera que no.

Lo que la Sociedad requiere es seguridad y mientras las cárceles sean lugares "de descanso" para rankeados delincuentes; nada bueno podemos esperar. Aprendamos de lo hecho en El Salvador para erradicar ello.

Cierto que necesitamos penas que se cumplan pero también que, en los casos que lo ameriten, que sean draconianas. No esperemos que avezados asesinos, violadores, cabecillas de bandas, corruptos y narcotraficantes se "resocialicen". No seamos ingenuos y peor aún, babosos.

Esto es una necesidad disuasiva pero también punitiva, de profilaxis social. Y para ello el Estado debe amarrarse los pantalones y tomar medidas.

Recordemos cómo logramos derrotar al terrorismo. Leyes ad hoc, fiscales y jueces "sin rostro" y carcelarías duras. En aquel tiempo faltó algo más. Hoy falta. 

Las cárceles deben albergar a quienes delinquen gravemente. A muchos que las pueblan y son primarios darles la oportunidad de reivindicarse. Sé de casos de gente que purga carcelería sin sentencia por delitos menores y peor aún hay casos que son inocentes. Es hora que se trabaje en ello.

Todo el engranaje estatal debe trabajar para que volvamos a ser un país seguro. Dotar a la Policía de logística y leyes, como bien señalan muchos conocedores, como por ejemplo una que permita que sea ella la que hagan los expedientes investigatorios y no los fiscales (como es ahora).

Los fiscales deben ser expeditivos y eficientes y los jueces deben trabajar. Si en cualquier empresa los trabajadores tienen que cumplir metas y objetivos, por qué no en el Sistema de Justicia. 

A trabajar. La tarea es para "anteayer".



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