Una serie de intereses y objetivos se entrecruzan en estos momentos y fijan este 19 de julio como fecha de inicio de la denominada "tercera toma de Lima" (aunque no haya habido ni primera ni segunda, sino intentos fallidos que dejaron pérdidas de vidas humanas y graves daños materiales).
Para los olvidadizos o no vivieron los años 70s, hace 46 años, un 19 de julio diversos sindicatos organizaron un Paro Nacional, al que atribuyen como resultado la convocatoria de las elecciones para elegir a los miembros de la Asamblea Constituyente 1978-1979 y la posterior entrega del poder vía las elecciones de 1980.
Nada más falso. Ya en 1976 el entonces Presidente General Francisco Morales Bermúdez había anunciado ambas medidas como parte del Plan Túpac Amaru. La fecha del regreso de las FFAA a sus cuarteles ya estaba fijada.
Así obra la izquierda marxista, mintiendo y por tanto distorsionando la Historia. Da risa que quienes no creen en la Democracia hablaran y hablen hoy de ello.
Aquel paro tuvo "el mérito" de unir las diferentes confederaciones y sindicatos (CGTP, SUTEP, federaciones mineras, bancarias y otros) controlados por diferentes vertientes de la izquierda (moscovitas, pekinesas, troskistas mayoritariamente) bajo la dirección de un Comando Unitario de Lucha (CUL), en medio de una grave crisis económica. Por cierto no se buscaba solucionarla sino presionar políticamente y sacar réditos (como los obtenidos en las elecciones de 1978).
Tras este paro fueron despedidos cientos de sindicalistas comunistas; detenidos y deportados cabecillas de diferentes organizaciones políticas comunistas y cierre de diferentes medios periodísticos y deportación de sus directores.
Esto no era nuevo. Ya desde 1975 se habían organizado diferentes protestas, las que siguieron hasta 1980; mientras la subversión terrorista se preparaba para iniciar la llamada "lucha armada". Aquel 19 de julio de 1977 fue un experimento más de quienes años más tarde se alzarían en armas.
Hoy bajo ese recuerdo, sectores radicales pretenden volver a "incendiar la pradera" y con ello regresar a antes del 7 de diciembre del 2022. ¿Para hacer algo bueno? Claro que no. Buscan retomar el poder para seguir robando y destruyendo el Perú.
En los años previos al inicio del terrorismo en el Perú no se previó ello, tal cual sucedió frente a la algarada subversiva entre dicienbre 2022- febrero 2023.
La reacción fue tardía permitiendo unaļ grave alteración del orden público; pese a ello -como ya se indicó- sin los resultados esperados por el comunismo y sus cómplices.
A pocos días del 19 de julio el gobierno ha dado un mensaje aparentemente firme. Los resultados los veremos. A la subversión terrorista no se le puede dar un centímetro de ventaja. Con ésta no se negocia.
Mano dura¡¡
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