¿QUE HAY DETRAS DEL ANTIFUJIMORISMO?

 

El otro día leía un mensaje que era distribuído en redes sociales que sostenía que "el día que el fujimorismo desapareciera, el Perú sería mejor". ¿Quién será "el creador" de este dicho? ¿Un votante de Castillo? ¿De Toledo, Villarán o quizás de Nadine? ¿O quizás un opositor que desea que su opción no tenga democrática competencia?

¿Qué sostiene este anti con tanta vehemencia? ¿Por qué nace y qué lo sostiene? ¿Por qué algunos lo odian más que a quienes destruyeron el Perú en los años 80s?

LOS INICIOS

Tras el colapso del tercer gobierno del Presidente Fujimori, se inició una persecución sin distingos. Mucha gente honesta fue atacada y los que se atrevieron a sacar cara fueron condenados sin prueba alguna o acaso hemos olvidado cómo se acusó a Luz Salgado, Martha Chávez y a Camucha Lozada.

El Presidente que reconstruyó el Perú en los años 90's lo convirtieron en "un genocida", perseguido y condenado.

¿Hubo errores y algunos cometieron delitos? Los hubo y quienes los cometieron los pagaron pero sumarse a la campaña de odio que impide que el Presidente obtenga su libertad (condenado por derrotar al terrorismo, con la figura de una teoría ad hoc) bajo la modalidad de indulto (oleado y sacramentado) es una bajeza propia de una venganza de los terroristas y sus cómplices.

EL REBROTE

El antiFujimorismo rebrotó en el año 2010 cuando la candidata Keiko Fujimori empezó a tener posibilidades de ganar las elecciones del siguiente año; surgiendo un movimiento -bien aceitado- llamado "No a Keiko", alimentado por los dichos de representantes del caviaraje como el caviar estadounidense Steven Levitsky que decía que "de todos tenía dudas pero de Keiko tenía pruebas". Nunca dijo cuáles eran pero el dicho "pegó" con la complicidad de una prensa adicta al "dulce" y "gracias" a errores propios.

Los antiFujimoristas aurorales revivieron sus odios. Aquellos empleados públicos que perdieron empleos "de por vida" y los políticos que perdieron sus curules el 5 de abril de 1992 se sumaron a aquellos que nunca hicieron una cola para comprar "leche Enci" o sufrieron los apagones y los cochebombas.

ALGUNAS EXPLICACIONES

¿Por qué esa generación no odia con esa misma fuerza al senderismo asesino? ¿Quiénes fueron los responsables de que aquello ocurriera? Sin duda alguna son aquellos que reescribieron la Historia y llamaron "luchadores sociales" a los terroristas y "conflicto armado interno" al terrorismo.

Creo que el antiFujimorismo es directamente proporcional a la permisivididad con que se justifican las algaradas subversivas. Sin embargo ello se explica también -y en gran medida- porque el caviaraje encontró un "modus vivendi", una forma de existir (léase parasitar), de sostener un nicho idelógico, financiado desde el Estado mismo, por su red de oeneges y por un grupo de mercantilistas que apoyaron al ollantanadinismo, al pepekausismo, al vizcarrismo golpista, a la algarada que hizo renunciar a Merino de Lama y entronizó a Sagasati y apoyó sin vergūenza alguna al incapaz Castillo. También no olvidemos el "trabajo" del Foro de Sao Paulo, el marxismo cultural del Grupo de Puebla y la "internacional caviar" y sus operadores internos; quienes han desarrollado en estos más de veinte años un intenso ataque al que consideran su principal enemigo, el fujimorismo. 

El fujimorismo y Fuerza Popular no son lo mismo dicen algunos analistas, pues para ellos este partido no representa lo hecho en los años 90; pero sin embargo para la mayoría de los antis odiar al fujimorismo es odiar a Keiko. A su vez un sector (llamado "albertista") que reivindica lo hecho en los años 90s niega a Fuerza Popular y a Keiko y deslinda de ellos.

El antiFujimorismo y el antiKeikismo quizás sea una necesidad para aquellos que buscan culpables de sus fracasos incluso algunos personales. Es también un pretexto para olvidarnos de las raterías e incapacidad de quienes siguen destruyendo el Perú. Para otros, incentivarlos es una manera de sacarse encima a un rival político, habida cuenta que Fuerza Popular es una corriente electoralmente transversal, quizás el único partido que ha podido resistir una intensa campaña de odio y mentiras. Su lideresa es investigada hace años pero sus acusadores aún no pueden demostrar nada, sin embargo ha estado 15 meses presa. Recordemos nomás el sainete de "los 15 millones" que nunca se probó y hoy se ha demostrado que todo fue una farsa.

Al fujimorismo y a Fuerza Popular se le acusa de todo pero nada concreto ni probado. "Son corruptos", dicen algunos pero esos acusadores votaron por los corruptos que nos gobernaron desde el 2001 y repiten cual loros acusaciones que se sustentan en "creo que",  "me dijeron que" o repiten estupideces como que "Fujimori se robó cientos de barras de oro del BCR", como si hubiera encontrado un Perú pleno y las arcas repletas en los años  90s.

Fueron "obstruccionistas" dicen por la mayoría de 73 congresistas del Congreso 2016 pero está claro que eso fue un "cuentazo" del incapaz y corrupto que nos gobernó, que se cayó por corrupción y cuyo heredero fue un genocida y corrupto. El gobierno del lobbista PPK tuvo el apoyo en lo que tuvo que tener; otra cosa fue su incapacidad para gobernar.

DE CARA AL CORTO PLAZO

Que hoy se quiera impedir que Fuerza Popular participe en la vida política aduciendo que "Keiko no le gana a nadie" es ser cómplice de las maniobras fraudulentas del 2016 y del fraude del 2021. De las mentiras y de los fraudes. Y si fuera así, ¿qué tanto se preocupan de su participación si no le gana "ni a un panetón"?

Keiko Fujimori y Fuerza Popular cometieron una serie de errores políticos pero nunca fueron gobierno. Y si alguien sigue con la monserga de llamarle "perdedora", mejor que nos diga si votó por el comunista ladrón, incapaz y golpista Castillo y si cree que un gobierno de Fuerza Popular no hubiera sido un millón de veces mejor que los fatídicos 17 meses del castillismo.

Hoy esos odiadores y fabricantes de mentiras deberían fragelaŕse en la Plaza Mayor por su complicidad con el peor gobierno de la historia republicana, cuyas consecuencias aún pagamos.

Finalmente, muchos odiadores están camino a la cárcel (como ese "periodista bailarín" que se llenaba de odio) ; otros se están quedando sin finaciamiento y algunos sobreviven; sin embargo el odio y la mentira no son enfrentados adecuadamente. Es necesaria una autocrítica en Fuerza Popular y por supuesto una estrategia para combatirlos y desterrarlos.

Se valora a los adversarios respetuosos del derecho de otros; a aquellos que plantean ideas alternativas (y contrarias); mas no a aquellos que resumen su discurso político en una manida frase como "Keiko, nunca más". El Perú no está para más odio ni mentiras y mas bien requiere propuestas, diálogo y acuerdos.

Entre tanto, Fuerza Popular y Keiko requieren hoy en día ser "más fujimoristas" para seguir siendo la alternativa de una "derecha popular".