No hay duda alguna que así como hay quienes pretenden aprovecharse del caos, hay también quienes por principios critican el actual estado en que vivimos en el Perú.
No enfrentar a los comunistas proterroristas o al caviaraje golpista es tan dañino como callar frente a la incapacidad, la corrupción y la falta de institucionalidad.
Sin embargo hay quienes confunden las causas con los efectos, sea por errores de análisis o porque tienen algo que ganar con ello.
La actual crisis que vivimos se revertirá en la medida que tengamos gobernantes capaces y honestos, una clase política que actúe pensando en el Perú e Instituciones que funcionen. Ataquemos las causas y los efectos serán otros. No confundamos las causas con los efectos a la hora de proponer salidas y menos lanzar bravatas como lo hacen algunos llamando "criticones" a quienes decimos las cosas como son. Habría qué ver cuál fue la actitud de algunos cuando el ladrón comunista Castillo saqueada el Perú. No recuerdo haberlos visto poner el pecho en las calles. ¿Sería que pensaban que mejor era "no hacer olas" y "negociar con Don Pedro"?
Es cierto que hay momentos para enfrentar a los enemigos del Perú, llevándolos a un escenario favorable para el Perú, pero sin arriar principios ni renunciar a los valores republicanos.
Pensar que "la calma chicha" en que vivimos no va a explotar y destruir todo a su alrededor es un craso error. Pensar que en el corto plazo una alianza entre mochasueldos, populistas e ignorantes y un gobierno incapaz e ilegítimo podrá sobrevivir hasta el 2026 es desconocer nuestra historia y no tener "cinco dedos de frente" (o tener algún compromiso en particular).
En el 2018, tras la renuncia de PPK, Victor Andrés García Belaunde sostuvo que era momento de realizar nuevas elecciones pero muchos políticos -por mal cálculo político- prefirieron "la salida Vizcarra". Ya sabemos qué pasó. Hoy, muchos de esos mismos políticos apuestan por apoyar a un gobierno terminal. ¿Cuál será el resultado? Hay que ser ingenuo para no saber cuál será.
Ni somos cacasenos ni la inestabilidad política es "supuesta". Tampoco nos consideramos analístas políticos ni tenemos esa "experiencia política" de la que "se precian" algunos. Cómo hubieran puesto esa experiencia al servicio del Perú en su momento.
¿Vivimos en país estable? ¿El suelo está parejo? ¿ ¿Será que Standard & Poor's es una sarta de tetelememes que se dejan llevar de las narices por criticones y pesimistas?
O será que hay nuevos dinistas que dicen defender a los millones de pobres cuando en realidad con su apoyo y/o silencio cómplices están llevando al precipicio al Perú?
No ataquenos a los mensajeros (S&P). Ellos solo reflejan una realidad, de la que no son responsables los analistas sino quienes hace casi 25 años vienen destruyendo el Perú.
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